La difícil libertad de los tripulantes del “Karar”

Tras salir de A Lama al agotarse el plazo de prisión preventiva, los 14 marineros de Nepal y Bangladesh lograron ayer a contrarreloj cobijo provisional en dos albergues de Vigo y un domicilio del área

Macrojuicio con casi una treintena de acusados por el alijo de cocaína del barco Karar

Macrojuicio con casi una treintena de acusados por el alijo de cocaína del barco Karar / Marta G. Brea

Marta Fontán

Marta Fontán

La puesta en libertad de los 14 tripulantes originarios de Nepal y Bangladesh del “MV Karar”, el buque interceptado en alta mar con 3,8 toneladas de cocaína cuyo caso se está juzgando en la actualidad en la Audiencia de Vigo, ha dado lugar a una compleja e insólita situación. El capitán y el resto de marineros del barco salieron casi a medianoche del miércoles de A Lama al agotarse los cuatro años de plazo máximo que marca la ley para estar en prisión provisional.

Sin posibilidad de quedarse en el penal pero obligados a permanecer aquí para asistir a las sesiones de la vista oral y a la espera de la sentencia, el gran problema que se plantea es el de dónde se quedarán durante un período de tiempo que, en función de lo que tarde el fallo judicial, puede prolongarse meses. Sin ningún vínculo con Vigo, sin familia en España, sin apenas dinero y con la dificultad añadida de que, excepto uno, no conocen el idioma, el escenario es realmente complicado. Ayer, a contrarreloj y gracias sobre todo a la implicación y gestiones realizadas por sus abogados, lograron solucionar la situación a corto plazo al lograr cobijo temporal en dos albergues de Vigo y en un domicilio particular del área.

“Todo es muy provisional, pero lo importante, que de forma inmediata tengan un sitio dónde dormir, se ha logrado”, afirmaba uno de estos letrados a última hora de la tarde tras una jornada de vértigo y de un sinfín de llamadas telefónicas para conseguir una solución para sus clientes.

Recurso temporal y de urgencia

Los 14 tripulantes salieron de A Lama, donde estuvieron los últimos cuatro años, el miércoles a medianoche y, en taxis gestionados por el penal, fueron trasladados a Vigo, donde pasaron esa primera madrugada en un piso de la Pastoral Penitenciaria en la parroquia de Santo Cura de Ars en la calle Aragón. Pero no podían dormir más noches allí, por ser un recurso temporal y de urgencia.

Tras múltiples gestiones, avanzada la tarde de ayer se solucionaba, provisionalmente, la situación: seis de los nepalíes lograron plaza en el albergue Nuestra Señora de la Salud de la Fundación de la Santa Cruz en Teis, dos más se fueron al Dignidad de calle Toledo y otro tripulante de la misma nacionalidad, que se quedó sin plaza al no haber más, pasó una noche más en el piso de calle Aragón. Los cinco tripulantes de Bangladesh fueron acogidos en un domicilio particular de una localidad del área de Vigo, si bien la intención es, si quedan plazas libres en albergues, que vengan a la ciudad olívica, para facilitar su asistencia al juicio, que se retoma el 14 de mayo y que tiene sesiones previstas hasta el 22, si bien es posible que dure más jornadas.

Los albergues son dispositivos de emergencia, de carácter temporal, con gran demanda y en los que hay que salir a los diez días. “Van a tener que ir rotando de un albergue a otro durante el tiempo que dure esto con el riesgo de que en un momento dado no haya plazas para todos”, resumen sobre la precaria situación que tienen por delante.

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