Aprovechando el despliegue humano de profesionales sanitarios que esta semana se concentra en la ciudad olívica, el XXXII Nacional de Medicina de Urgencias y Emergencias SEMES 2022 también ha reparado en los más jóvenes y en la importancia de instruirles en prácticas sencillas que pueden salvar vidas. En colaboración con la Consellería de Sanidade, más de 1.200 escolares –con edades comprendidas entre los 12 y 15 años procedentes de 21 centros educativos de Vigo y Pontevedra– llenaron las instalaciones de la Estación Marítima para participar en el taller “RCP na Aula”, donde profesionales del 061, personal de Urgencias y Emergencias, además de los alumnos del ciclo de Emergencias del IES Ricardo Mella, les escenificaban en pequeños grupos todo el proceso a seguir cuando se encuentren con una persona que ha sufrido un colapso a nivel respiratorio: desde cómo llamar al 112, cómo solicitar un desfibrilador, practicar la desobstrucción de vía aérea hasta cómo realizar la Reanimación Cardiopulmonar (RCP).
Esta maniobra de primeros auxilios se realiza cuando la respiración o latidos de una persona se han detenido y consiste en realizar una serie de compresiones constantes en el pecho acompañadas de respiraciones de rescate. “No se trata de que los niños salven vidas, sino que aprendan a salvarlas, y no quedarse bloqueados ante una emergencia”, explica Carlos Alonso, presidente del Consejo Español de RCP SUMMA-112.
Además, los profesionales médicos llevan recomendando la inclusión de materias en formación básica sanitaria en los currículos escolares desde hace años. “Es esencial que la formación en Soporte Vital Básico se integre en el plan de estudios de las escuelas españolas de forma progresiva. Un niño de 6 años no puede realizar compresiones, pero sí puede estar preparado para reaccionar y saber qué tiene que decir a los profesionales del 112 ante una emergencia. El coste de enseñar RCP a los estudiantes de secundaria es ínfimo si lo contraponemos a la eficiencia de conocer estas técnicas para ayudar a los médicos de urgencias y emergencias a salvar vidas”, añade Alonso.
El objetivo es que los alumnos interioricen desde la adolescencia situaciones reales en las que se pueden ver implicados, y sepan entonces, cómo reaccionar. “Es necesario hacerles visible que cuando alguien ha sufrido un colapso, la inmediatez es crucial. Saber iniciar el primer eslabón de la cadena de supervivencia es determinante para que el paciente pueda salir adelante: identificar y entender lo que está sucediendo, valorar la inconsciencia y no respiración de la víctima, llamar a los servicios sanitarios y si hay cerca un desfibrilador, saber como usarlo y hacer las compresiones torácicas mientras llega el soporte de nivel avanzado”, señala Manuel Alende, portavoz de los técnicos sanitarios SEMES de Galicia.
Los grupos de escolares se agolpaban a las puertas esperando su turno. Durante media hora los profesionales simulaban las distintas situaciones más habituales en las que las paradas respiratorias suelen darse. La atención se concentraba por momentos, sobre todo, cuando llegaba el turno de las comprensiones. “Es que algún día seguro que me voy a encontrar en alguna situación en la que lo voy a necesitar”, destaca Juan Pablo Abelleira (15) del IES Xunqueira I. “Si a lo mejor voy por la calle y veo que a alguien le da un infarto, quiero saber identificarlo y es bueno estar informada de cómo proceder y con esta formación podemos salvar muchas vidas”, subraya Laura Pierna (14).
Para los monitores, resultó el de ayer, un día de lo más emocionante por poner en práctica aquello que han aprendido. “Es que nos ayuda a afianzar los conceptos que hemos practicado durante muchos meses. Es muy gratificante”, añade Sarah Andrés, alumna del ciclo de Emergencias Sanitarias del IES Ricardo Mella.
