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Afectados por la obra de la AP-9 en Rande coinciden ante el juez: atascos “diarios” pese a pagar el peaje

El primero de los testigos declara ayer ante el tribunal de la Audiencia de Pontevedra. Pool / Bea Císcar

“Las retenciones se producían prácticamente a diario”. Por vez primera comparecieron ante un tribunal como testigos los conductores afectados por las retenciones que se produjeron en la AP-9 entre los años 2015 y 2018 como consecuencia de la obra de ampliación de Rande.

Entre 2015 y 2018 los cortes de carriles por las obras generaron frecuentes colapsos en el puente

Lo hicieron ayer en la vista de apelación que se celebró en la Audiencia Provincial de Pontevedra tras el recurso de la Fiscalía, de las acusaciones y de la propia Audasa contra la sentencia del juzgado del Mercantil que condena a la concesionaria de la AP-9 a indemnizar a los perjudicados por un total de 81 incidencias que se produjeron durante las obras. Un número que las acusaciones consideran mucho mayor sobre la base ed las declaraciones de estos afectados que hablan de una frecuencia casi diaria de las retenciones.

Y es que todos los testigos coincidieron a grandes rasgos en señalar cuatro situaciones recurrentes. En primer lugar, que los atascos a causa de las obras se repetían a distintas horas y en prácticamente todas las jornadas laborales (más frecuentemente entre septiembre de 2017 y junio de 2018). Añadieron que Audasa no informaba a los usuarios de la autopista de estos atascos antes de entrar en la vía y citan que tan solo en un caso, en el “peor de los días cuando la cola se extendía hasta Pontevedra”, la concesionaria de la AP-9 abrió barreras y dejó de cobrar los peajes.

Explicaron que siempre tuvieron que pasar por caja a pesar de que no se les estaba facilitando un servicio en las condiciones de seguridad y con las prestaciones que se le presuponen a una autopista. Por último, señalan que no hay “una alternativa” real para ir de Pontevedra a Vigo que no fuera la AP-9, relatando las problemáticas de tiempo y seguridad que entraña usar la N-550.

“En los mejores días llegaba 15 minutos tarde a mi consulta pese a salir antes”

Cristina Trigo - Médica de Caldas en Povisa

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“Fueron cinco testigos, pero dirían lo mismo los 81 que proponíamos al tribunal”, señaló el abogado de En-Colectivo, una de las acusaciones particulares que promueven con la Fiscalía esta acción de cesación contra Audasa. Los atascos “eran una situación que toda la provincia conocía de primera mano”, remarcó el fiscal.

“Rande era un embudo, recuerdo que siempre había algún carril cortado”

Carlos Sexto - Guardia Civil de Caldas

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Ante el tribunal comparecieron Carlos Alberto Sexto, guardia civil del Seprona que coge la autopista en Caldas para acudir a su trabajo en Porriño; Cristina Trigo, médica de Caldas que trabaja en Povisa; Daniel Gómez, pontevedrés empleado de banca en Vigo, Josefa Cores, cambadesa con trabajo en Vigo (que sufrió dos reventones causados por tornillos sueltos de la obra) y Agustín García, santiagués que viaja con frecuencia a Vigo.

“Entre 2017 y 2018 fue diario, pasabas el peaje y te encontrabas con la sorpresa”

Daniel Gómez - Pontevedrés con trabajo en Vigo

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Todos ellos relataron los perjuicios que sufrieron como anular consultas o tener que prolongar el horario de trabajo de la cuidadora de sus niños (en el caso de la facultativa) debido a los retrasos de “entre 15 minutos y media hora” que tenían que aguantar de media casi todos los días los usuarios de la AP-9 a pesar de pagar el correspondiente peaje. “Rande era un embudo”, señaló Carlos Alberto Sexto, quien sí reconoció que de noche y en fin de semana no había atascos. El caso quedó visto para sentencia.

Una autopista con velocidad de camino

Entre 2015 y 2018 los cortes de carriles por las obras generaron frecuentes colapsos en el puente

En teoría y sobre el mapa era una autopista, una vía de alta capacidad, con buenas prestaciones a cambio de las que pagaban los conductores o –en el caso del viaducto, con un “peaje en la sombra”– la administración pública. En la práctica, sin embargo, el puente de Rande y sus accesos en la AP-9 fueron durante meses, entre principios de 2015 y mediados de 2018, una ratonera en la que con frecuencia se quedaban atrapados los conductores que recurrían al vial para desplazarse a O Morrazo, Pontevedra o alguna de las otras ciudades del norte de Galicia. Los cortes de carriles aplicados por los operarios que se estaban encargando de la ampliación del viaducto laminaron la capacidad del tramo. A pesar de esa circunstancia, de la falta de alternativas e información, Audasa siguió cobrando los peajes.

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Imponente atasco en la AP-9 en Pontevedra dirección Vigo Faro de Vigo

Las obras de ampliación de Rande empezaron a comienzos de 2015. Tras un parón durante el que llegó a replantearse el proyecto inicial, los trabajos se reactivaron en el viaducto y sus dos nuevas alas laterales se inauguraron el 30 de diciembre de 2017, a tiempo para poder aplicar ya en 2018 la subida anual y acumulativa de peajes con las que se compensa a Audasa por su inversión en las obras. Poco después de aquella ceremonia oficial, encabezada por el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los operarios, cortes y desvíos volvieron sin embargo al puente, donde serían una tónica más o menos habitual hasta el verano. La Fiscalía llegó a contabilizar más de 200 colapsos en total, entre 2015 y 2018, dato que Audasa rebajó a 14. En 2020 una sentencia la obligaba a pagar a los afectados por 81 .

Atasco en el acceso a Rande durante las obras, en 2018 Ricardo Grobas

La sentencia del “Dieselgate” como ejemplo

La sentencia del juzgado de lo Mercantil condenaba a Audasa a la devolución de los peajes a los afectados por los 81 atascos que se consideraon probados, pero tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares se opusieron al recurso presentado por Audasa y solicitaron al juez piden ahora a la Audiencia que se extienda la devolución de los peajes a todo el período de obras y que se dicte una orden de cesación para que cada vez que en el futuro se den estas circunstancias se levanten las barreras y no se cobre por circular por la autopista. La Fiscalía aportó además la sentencia conocida como el “Dieselgate” de Volkswagen como un ejemplo de como se puede unificar las indemnizaciones para que puedan recibir los afectados una cuantía fija.

Audasa alega que son testigos “interesados”

El letrado de Audasa, que pide que se revoque la sentencia, vio “contradicciones” en las declaraciones de los testigos y señala al tribunal que son “interesados” en la causa como posibles perceptores de una indemnización. Además, insiste en que la ley les obliga a cobrar siempre por el peaje y reitera que esta reclamación se debe dirimir en el contencioso-administrativo y no en el Mercantil.

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