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Sergio Pouso: "Los centros de salud son claves en la educación alimentaria"

"Mi estudio revela que deportistas y aficionados se encuentran lejos de cumplir las recomendaciones nutricionales"

La Fundación DAE (Difusión Avances de Enfermería) eligió el trabajo fin de grado de este joven ribeirense titulado en la Escuela de Povisa entre los enviados por aspirantes de toda España que obtuvieron la calificación de sobresaliente en el curso 2015-16. Pouso trabaja actualmente en el servicio de Urgencias de la Clínica Fátima, donde hizo prácticas durante la carrera, y espera que el premio marque diferencias en su currículo. El joven enfermero estudió los hábitos alimenticios de 266 deportistas profesionales y aficionados del Real Club Celta Atletismo, equipos de fútbol de 2ª División, ligas de veteranos o gimnasios donde se imparten artes marciales.

-¿En qué consiste su estudio?

-Quería hacer un estudio relacionado con la nutrición y la alimentación y decidí unirlo al deporte porque en la actualidad se habla mucho de los beneficios de hacer ejercicio y de seguir una dieta equilibrada. Me di cuenta de que había pocos estudios en este ámbito y todos utilizaban muestras muy pequeñas. Por eso elegí deportes mayoritarios como el fútbol, las artes marciales y el atletismo. Realicé cuestionarios a 266 deportistas profesionales y aficionados del área de Vigo y entre los 18 y los 50 años para comparar los hábitos dietéticos en relación a las recomendaciones de la pirámide nutricional.

-¿Cuáles fueron sus resultados?, ¿hay diferencias significativas?

-Ambos grupos se encuentran lejos de cumplir todas las recomendaciones. Apenas hay diferencias.

-¿Qué recomendaciones incumplen en mayor medida?

-El consumo de frutos secos, que no está nada extendido entre la población general, y también el de verduras.

-Son unos resultados sorprendentes...

-Sí, es un poco llamativo porque hablamos de profesionales que compiten a nivel nacional y europeo en algunos casos. Y los aficionados encuestados realizan deporte al menos tres veces a la semana. Los resultados del estudio son extrapolables al conjunto de la población. Reflejan algo que ya se sabe y es que nos alimentamos mal.

-¿Habría que empezar a solucionar estas carencias desde el colegio?

-Por supuesto que sí. Si desde pequeño comes bien y haces deporte es más fácil que tener que cambiar de hábitos a los 50 años.

-¿Y qué papel juegan los enfermeros en esta concienciación?

-Los enfermeros ya trabajamos en ello. Los centros de salud tienen mucha importancia y tendrían que incidir más en la educación alimentaria. Son claves porque hay personas con el colesterol alto que podrían bajarlo haciendo ejercicio y alimentándose bien sin tener que tomar tanta medicación. También los medios de comunicación tienen un papel importante. Hoy en día se come mejor que hace 20 años, pero también estamos más ocupados y muchas veces se acaba comiendo comida basura por las prisas.

-¿Está contento con la inserción laboral de su carrera?

-Está claro que en Enfermería trabajo hay. El problema son los sueldos. La profesión no está todo lo bien valorada económicamente que debería teniendo en cuenta la responsabilidad que tenemos. En el sector público la situación es mejor, pero los recortes también la han empeorado.

-¿Y con la formación recibida?

-Me ha sido muy útil en general. Estoy muy contento. Hay que tener en cuenta que antes se formaban enfermeros en 3 años y ahora salimos en 4. Y en el último curso, además del trabajo fin de grado, hacemos muchísimas prácticas.

-¿Qué servicio le atrae más?

-Entre los que conozco, los centros de salud. Aunque parezca que se hace menos trabajo de enfermería, se pueden hacer muchas cosas interesantes como la educación para la salud del paciente o estudios de investigación.

-¿Le gustaría seguir investigando?

-Sí. Tengo en mente un estudio sobre el gasto innecesario en radiografías en las Urgencias. Se hacen bastante más de las necesarias.

-¿Eligió Enfermería por vocación?

-La vocación por ayudar a la gente me viene de familia. Mi madre era auxiliar de enfermería y cuando nací me sostenía con un brazo mientras con el otro estudiaba el libro de la oposición. Ahora es técnico de laboratorio y estudia Trabajo Social por la Uned. Mi padre trabaja como celador y mi tío es médico.

-Todavía son pocos los chicos que se deciden por esta titulación.

-En mi clase éramos 9 chicos de 60 matriculados, y era la que mayor proporción tenía. El trabajo de cuidar y la enfermería han estado asociados a la mujer históricamente, pero la situación ha ido cambiando. Cualquier hombre lo puede hacer igual de bien que una mujer. Hay temas en los que una enfermera puede ser más sensible porque ella también los ha vivido, por ejemplo, durante un parto, pero en la mayoría de casos depende de la persona no del sexo.

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