El futuro de la estación que diseñó Thom Mayne para Urzáiz comienza a despejarse. El Consejo de Administración de Adif Alta Velocidad -el gestor de infraestructuras ferroviarias dependiente del Ministerio de Fomento- aprobó ayer la licitación de un nuevo concurso que incluye la construcción y explotación del centro Vialia, la marca con la que operará el espacio ideado por el arquitecto norteamericano, premio Pritzker 2005. El pliego contempla dos propuestas para la ejecución del complejo que coronará el edificio de la actual estación del AVE por importes que van desde 83 hasta 152 millones de euros, y que dependerán de la superficie comercial que se proponga aprovechar la adjudicataria. En ambos casos el periodo de explotación será de 50 años. Fuentes de toda solvencia aseguraron a FARO que ya hay al menos tres firmas con experiencia en la gestión de esta tipología de ámbitos, dos nacionales y una extranjera, interesadas en presentarse a esta convocatoria.
La propuesta "A" agota la edificabilidad lucrativa permitida por el Plan Xeral de Ordenación Urbana (PXOM), situada en los 42.000 m2 de una superficie total construida de 120.057 m2. Para esta alternativa Adif estima que será necesaria una inversión de 126 millones que sumado el IVA se convierte en 152 millones. Las cifras de la propuesta "B" son bastantes inferiores al reducirse la edificabilidad lucrativa a unos 35.000 m2 de un ámbito construido de 90.476 m2. En consecuencia también baja la inversión a 69 millones (83 millones con el IVA incluido).
Ambas propuestas no son descartables, lo que significa que los licitadores podrán presentar ofertas para la explotación de una o de ambas alternativas, siempre y cuando determinen en cada una el porcentaje de la inversión que realizarán. Esta cifra será clave en sus opciones para hacerse con el complejo de Urzáiz. Porque el citado pliego establece claramente que la empresa ganadora será aquella que ofrezca mayor porcentaje de aportación a la inversión total. La cantidad restante correrá por cuenta de Adif tanto si se adjudica la propuesta A como la B.
Otras características relevantes de la licitación ponen el acento sobre las condiciones de la ejecución y los derechos que adquiere el constructor. Como que el desarrollo y construcción del centro Vialia en la estación Vigo-Urzáiz será "a cambio de la cesión de su explotación"; la entrega del centro Vialia a Adif "como contraprestación parcial por el derecho de uso por 50 años"; o la "cesión de uso" del espacio comercial al adjudicatario para su explotación por un periodo de 50 años y durante el cual la empresa gestora tendrá que pagar una renta.
En unas declaraciones realizadas en Vigo antes de verano, la ministra de Fomento, Ana Pastor, había recalcado que el "rediseño" del proyecto de Thom Mayne realizado en estos tres años tenía como objetivo "despertar el interés de los inversores privados", claves para edificarlo. En un primer momento se mostraron interesadas dos firmas -la italiana Grandi Stazioni y la holandesa Corio- pero durante la segunda fase de la tramitación, en 2011, ambas se echaron atrás. Pero los últimos cambios efectuados parecen convencer a los operadores. Según las citadas fuentes, ahora ya hay tres, dos nacionales, interesados en ejecutar y explotar el proyecto.
El ganador deberá respetar el espíritu del Pritzker
- La estación de Thom Mayne supondrá un hito arquitectónico para la ciudad de Vigo. El complejo tiene como objetivo la transformación de la estación Vigo-Urzáiz "en un centro que integre la infraestructura y espacio cívico con la intención de ser un punto de encuentro en la ciudad". El espacio define una plaza pública en la cubierta que continúa hacia el interior del centro Vialia, transformándose en un gran atrio central que pasa a formar parte de la estación ferroviaria y, a su vez, dota al complejo de unas vistas excepcionales de la Ría. El volumen del atrio será visible desde la distancia y reforzará la conexión urbana de la estación con la ciudad.El ganador del concurso del centro Vialia deberá redactar el proyecto constructivo con la asistencia de la empresa Morphosis España -el estudio de Thom Mayne con sede en Madrid- para garantizar que se respeta el espíritu del diseño de la estación concebido por este prestigioso arquitecto norteamericano.
