De los 40.000 pacientes que ingresan al año en España por traumatismos, la mitad sufren fracturas en las costillas. Hasta hace pocos años, el único tratamiento era reposo y calmantes durante meses, con hasta 30 días en la UVI si tenía importantes dificultades respiratorias. A principios de siglo, los médicos comenzaron a investigar diferentes sistemas para soldar las costillas, pero todos con diferentes problemas. El cirujano torácico Pablo Moreno de la Santa, de Povisa, diseñó el primero que agiliza la recuperación al tiempo que evita las complicaciones postoperatorias: unas grapas de titanio con pestañas que se colocan rodeando la fractura con una técnica sencilla. El diseño de Moreno de la Santa ha empezado a utilizarse en hospitales de todo el mundo.

"Porque no había materiales suficientemente resistentes y porque las costillas se soldaban solas, nadie se planteaba otra opción" que recetar reposo y calmantes para los pacientes con estas fracturas. Si sufrían dificultades respiratorias, se les conectaba a la ventilación mecánica. En los casos más complejos, la intubación podía durar un mes, con sus habituales complicaciones por infección. Hace poco más de una década, los médicos empezaron a intentar acelerar el proceso con operaciones en las que usaban diversos materiales para fijar estas fracturas. "Se soldaban con alambres o tornillos, porque era lo que teníamos a mano", cuenta el doctor Moreno.

Una empresa alemana dedicada a las lesiones de la pared torácica, Medexpert, creó en 2006 unas barras de titanio para la reconstrucción de costillas. Cuando cayeron en las manos del doctor Moreno, se le ocurrió adaptarlas. Propuso al fabricante el diseño de una "grapa con muchas patas, que rodea la costilla en la zona de la fractura y evita que se desplace con los movimientos del paciente", explica. Había otros sistemas de grapas, "pero con materiales no resistentes", apunta el facultativo. En 2008, empezaron a producirlas y hoy se está implantando el sistema en toda Europa y ya ha llegado a EEUU, Sudamérica y Australia. "Se va usando cada vez con más frecuencia porque ya se están publicando estudios que la avalan", explica el doctor.

El sistema que más se usaba hasta ahora era la fijación con tornillos, pero en esta larga operación cabía el riesgo de lesionar la pleura o el pulmón en su colocación y, con el tiempo, podían aflojarse o soltarse.

La cirugía con la que se colocan o retiran estas grapas es más rápida, fácil y con bajos riesgos quirúrgicos. Solo hay que doblar las pestañas que, al ser de titanio, son maleables. "Hemos conseguido que la mayoría de los pacientes no necesite ventilación mecánica, que tengan menos dolor y que su recuperación sea mucho más rápida y con menos ingreso", sostiene Moreno de la Santa y añade: la técnica "ha demostrado claramente sus beneficios y cada vez se hace más popular"

En Povisa ya han realizado más de un centenar de operaciones con este dispositivo. En su desarrollo ha participado un grupo de trabajo multidisciplinar en el que hay radiólogos, intensivistas, anestesistas y cirujanos torácicos. El doctor Moreno de la Santa es solicitado en diferentes partes del mundo para exponer el sistema e, incluso, para operar.