La llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa tras salir adelante la moción de censura contra Mariano Rajoy supone la salida del Gobierno del líder del PP y sus ministros, pero también en los próximos días y semanas de un ejército de altos cargos y cargos de confianza. Son muchos, y entre ellos figuran unos cuantos gallegos. Será el caso del delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, y de los cuatro subdelegados: la viguesa Ana María Ortiz, subdelegada en Pontevedra, el también vigués Jorge Atán, subdelegado en A Coruña, Roberto Castro, en Ourense, y Ramón Carballo, en Lugo.

Tendrán que recoger sus despachos al menos tres vigueses: Irene Garrido, secretaria de Estado de Economía, Lucía Molares, directora general de la entidad estatal del Suelo, Sepes, y Javier Dorado, director general del Instituto de la Juventud (Injuve).

La delegada del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Vigo, la pontevedra Teresa Pedrosa, Juan Luis Pedrosa, también de Pontevedra y director de Sasemar (Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima), Juan Francisco Martínez Núñez, secretario general de Política de Defensa, o la comisionada del Gobierno frente al Reto Demográfico, la ourensana Edelmira Barreiro, tendrán que despedirse en las próximas semanas de sus actuales ocupaciones, una vez que los nuevos ministros tomen posesión y acuerden rodearse de sus respectivos equipos de confianza. En la lista también se puede incluir José Ramón Lete Lasa, nacido en San Sebastián y exdirector xeral para O Deporte, y desde 2016, presidente del Consejo Superior de Deportes desde 2016.

La directora general de Apoyo a las Víctimas, la lucense Sonia Ramos, la pontevedresa Alicia Porta, director general de Recursos Humanos y secretaria general de Adif, y el embajador en Uruguay, el exconselleiro de Cultura Roberto Varela, integran la lista de altos cargos que han de preparar su salida.

Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) calculan que la salida del PP del Gobierno de España provocará previsiblemente el cese de 437 altos cargos del Estado en las próximas semanas. A estos 437 ceses de altos cargos se sumarían un número indeterminado de los cerca de 6.000 funcionarios eventuales y de carrera que ocupan puestos de confianza, que podrían cesar también más adelante, estima Gestha, que recuerda que no solo cesarán los ministros, sino también secretarios de Estado, subsecretarios y directores generales, quienes tendrán que abandonar sus puestos a lo largo de este mes.

Asimismo, también habrá movimientos entre los jefes de gabinete y entre los presidentes de organismos y empresas públicas con la llegada del nuevo Gobierno socialista presidido por Pedro Sánchez.

Los técnicos de Hacienda calculan también que un mínimo de 35,4 millones de euros en sueldos de altos cargos cambiará de manos, con unas retribuciones medias anuales de 81.125 euros.

A esto se podrían añadir también algunos cambios entre los 182 embajadores, aunque probablemente serán limitados al descartarse en principio el cese de los que accedieron a sus puestos por carrera diplomática. Simultáneamente, cesarán 566 asesores de estos altos cargos que no son funcionarios por oposición, que desempeñan funciones de confianza o asesoramiento especial, y también podrán cesar asesores que son funcionarios de carrera, que pasarían a ocupar otros puestos no calificados de confianza. Por otra parte, Gestha sostiene que, en una tercera fase, hasta 4.841 funcionarios libremente designados podrían llegar a ser revocados de la dirección de la Administración del Estado y de sus organismos públicos.