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Directrices da Paisaxe

Los concellos limitarán la altura de los cierres de las fincas y regularán el material de la construcción

Los ayuntamientos reglamentarán en sus planes municipales las características de los cercados para que se adapten al entorno - La Xunta fija una altura máxima de un metro si son opacos

Cierre de una finca en Viveiro. // Tono Mejuto/Ergoesfera

La Xunta quiere poner coto a los cierres hechos con somieres, a las tapias de ladrillo a la vista o pintadas de colores extrambóticos que afean el paisaje gallego. En su borrador de las Directrices da Paisaxe encarga a los ayuntamientos que regulen en sus planes generales de ordenación municipal las características que deben tener los vallados: desde los materiales que se utilizan, la altura, el color o las características del diseño. Estos cierres deberán adaptarse al entorno y mantener una homogeneidad según cada zona.

En todo caso, desde el Gobierno gallego fijan unas directrices básicas que deberán cumplir los concellos. Así, establece que deberán limitar "en la mayor medida posible" los cierres macizos porque "fragmentan el paisaje" y obstaculizan "vistas panorámicas". Solo se permitirán los muros de piedra, que desde la Xunta consideran que forman parte del patrimonio cultural de Galicia, y los vallados vegetales, compuestos por especies arbóreas o arbustivas propias del lugar. Y, aún en estos casos, la Consellería de Medio Ambiente advierte que no deberán superar el metro de altura.

La opción que debe predominar es la de cierres que no sean opacos, construídos con alambre o trama metálica de torsión simple. En estos casos la altura máxima permitida será de 1,50 metros.

La norma afectará tanto a las parcelas en las que se haya construído como a los cierres que delimitan prados o cultivos. La Xunta insta en todo caso a evitar la proliferación de cercados donde no había antes ningún cerramiento. Y, en cuanto a los materiales, deben evitarse aquellos "ajenos al lugar que produzcan contrastes de texturas o colores" y se apostará por los tradicionales: de piedra y cercados hechos con estacas y varas.

En todo caso, la Xunta aclara a los concellos que podrán ser menos restrictivos con los cercados que separan las fincas de caminos o carreteras, mientras que por el contrario deberán ser más duros con las condiciones para construir los vallados que separan parcelas entre sí.

Las características de los cierres no será lo único a lo que deberán atender los concellos en sus planes de ordenación municipal. Según se recoge en el borrador de las Directrices da Paisaxe, se evitarán nuevos desarrollos urbanísticos. Si es necesario edificar, la prioridad serán las parcelas vacías que existen dentro de la trama urbana

Los ayuntamientos deberán cuidar la imagen exterior de los núcleos urbanos de manera que las fachadas posteriores de las edificaciones no queden visibles desde los accesos por carretera o el entorno. Por eso se prohibirán las paredes medianeras a la vista.

El concello tendrá que prestar atención hasta al pavimento y la catelería. El planeamiento urbanístico deberá incluir las condiciones de los paneles publicitarios, "de manera que resulten armoniosos con el entorno".

En suelo rústico cuando se construya una casa se deben minimizar los movimientos de tierra y los desmontes y se evitará construir en zonas altas o en pendiente. Si se edifican construcciones auxiliares a la casa principal deberán ser del mismo color y quedan prohibidos materiales como plásticos o metales brillantes.

La Xunta eliminará los tramos viarios en desuso y ordenará retirar los carteles de obras cuando acaben

  • En la red de carreteras gallegas es habitual encontrarse con tramos que quedaron en desuso después de que se reformara el vial, por ejemplo, para eliminar curvas. Igualmente abundan los carteles publicitarios, ya descoloridos, de planes de infraestructuras y obras públicas que han finalizado hace años y que no han sido retirados. Todo esto daña el paisaje y, por eso, el Gobierno gallego lo ha incluído en su borrador de las Directrices da Paisaxe.Así, establece que se eliminarán las infraestructuras viarias obsoletas y se restaurarán para que retornen a los usos anteriores. Además se apostará por mejorar las vías actuales en lugar de por nuevos trazadosTambién se obligará a la retirada de "carteles, paneles y demás sinaléctica de actuaciones públicas una vez finalizadas".

Los polígonos industriales deberán adecentarse

  • De las medidas para mejorar el paisaje no se librarán ni los polígonos industriales, que también deberán adaptarse al entorno, con zonas verdes y naves con alturas y volúmenes similares, emplazados en lugares donde causen el menor impacto visual posible.Según recoge el documento de Directrices da Paisaxe, los nuevos parques empresariales que se construyan no podrán ubicarse en suelo de alto valor paisajístico y se minimizará su exposición visual.Y para limitar el impacto sobre el entorno, la Xunta propone usar pantallas vegetales para ocultar edificaciones de gran tamaño.El volumen de las naves industriales deberá presentar homogeneidad, de modo de todas las fábricas de una misma calle estén alineadas a la misma distancia de la carretera, que las alturas sean similares y que las fachadas y cubiertas sean parecidas. Dentro deberán habilitarse espacios verdes y ajardinados, siempre que sea posible con especies autóctonas.El Gobierno gallego restringirá también los rótulos publicitarios y la iluminación, para que no sea demasiado visible en el entorno.

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