Podemos Galicia quiere emular a la dirección de Andalucía y ganar autonomía política respecto a la cúpula estatal que controla Pablo Iglesias, el secretario general de la formación morada. La ejecutiva que encabeza Carmen Santos perfila ya su postura de cara a la segunda asamblea de Vistalegre en que su partido renovará estrategia y discurso. En el cónclave, la secretaria general gallega prevé plantear un modelo de unión federal con Madrid, al estilo incluso del PSC respecto al PSOE. El objetivo de ese movimiento pasa por lograr que se plasme en el funcionamiento orgánico de Podemos su discurso a favor de la España plurinacional.
Son tiempos de debate en la formación morada, que prepara su segunda asamblea con las miradas puestas en el pulso que mantienen Iglesias y su número 2, Íñigo Errejón, partidarios de estrategias políticas diferentes para el futuro inmediato del partido que idearon junto a Juan Carlos Monedero y Carolina Bescansa: más cercano al espíritu reivindicativo y estilo del 15-M o de la lucha de plataformas como la PAH contra los desahucios, el primero -tras una fase de moderación-; convencido de que una moderación en las formas ofrece mayores opciones de cambiar la realidad, el segundo.
En ese marco, Teresa Rodríguez, líder de Podemos Andalucía, anunció la semana pasada su intención de federarse a Podemos en cumplimiento de lo decidido por sus bases. De esa forma, se unirían a Podemos -estatal- como una fuerza independiente, rompiendo así la sumisión de una organización tradicional respecto a la sede central: tendría censo propio, manejaría fondos propios sin rendir cuentas, dispondría de normas propias y tomaría sus propias decisiones sin necesitar el aval de Iglesias. Ya antes había apostado por que los diputados andaluces se diferenciasen en el Congreso, de manera similar a los de En Marea o En Comú Podem, aunque estos están integrados en el autodenominado "grupo parlamentario plurinacional", del que se descolgó Compromís.
En ese contexto, Galicia no quiere quedarse atrás. Tras el anuncio de Rodríguez, la secretaria general de Podemos Galicia consideró "muy positivo" el paso de sus compañeros. "Era una reclamación de parte de los territorios", indicó, que engloban el proyecto plurinacional "por el que apuesta Podemos".
No se quedará ahí. La cúpula dirigida por Carmen Santos prepara ya la postura que defenderá en Vistalegre; más allá de los flecos, el objetivo es lograr más autonomía en una estructura de corte federal, según confirman fuentes del partido morado, sin que ello signifique romper la unidad de discurso o de acción. Se trata de ganar independencia, pero siendo fieles al ideario podemita y al liderazgo de Iglesias.
Su posición también pretende librarse de la sombra de cesarismo de su jefe, que desencalló las negociaciones para enterrar las siglas de Podemos en su unión con En Marea en las elecciones autonómicas de septiembre. Su intervención desautorizó la postura que hasta entonces había defendido Santos por orden precisamente de Madrid, proponiendo una coalición tradicional de siglas. De hecho, dos de los cargos más cercanos a Iglesias, Carolina Bescansa, número 3 del partido, y Pablo Echenique, secretario de Organización, acudieron a Santiago antes de las autonómicas para presionar en favor de esa fórmula. Iglesias también los desautorizó a ellos en aras de mantener la unidad popular, abriendo la espita a que en Cataluña también se cree un nuevo partido, a imagen de En Marea, y se diluya la fuerza de Podemos.
