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Nueva reducción en las ayudas a la dependencia

La Xunta busca que los dependientes elijan los servicios en lugar de pagar a los cuidadores

Afectará solo a los nuevos beneficiarios. Traballo dice que no pueden concretar la rebaja porque depende de una "fórmula matemática" y alega que buscan la viabilidad del sistema

Solo el 24,5 por ciento de los dependientes reciben una prestación económica. // Marta G. Brea

Las ayudas económicas a los dependientes para pagar un cuidador familiar sufrirán un nuevo recorte. La Consellería de Traballo argumenta que estas pagas deben ser "excepcionales" y, sin embargo, existe "un gran número" de personas que demandan esta prestación económica en detrimento de otras modalidades como la teleasistencia, la ayuda a domicilio, las residencias o los centros de día. Para aumentar el número de dependientes que se decantan por los servicios, la Xunta hará menos atractivas las pagas por cuidados en el entorno familiar estableciendo un nuevo cálculo matemático que, en la práctica, supondrá una reducción de las cuantías para los nuevos beneficiarios. No afectará, sin embargo, a los que ya están recibiendo la prestación.

Con esta revisión de las ayudas se busca además, según explican desde el departamento de Beatriz Mato, "garantizar la viabilidad y sostenibilidad del sistema". En Galicia hay 10.220 dependientes que reciben una paga económica que como máximo alcanza los 387,64 euros al mes y para la que se tiene en cuenta el grado de dependencia y la capacidad económica de cada beneficiario.

Al preguntar a Traballo qué recorte supondrá de media el nuevo cálculo que emplearán para establecer las cuantías, la consellería explica que "ahora mismo no se puede establecer". "Hay que aplicar esta nueva fórmula aritmética a las cuantías máximas existentes y teniendo en cuenta la capacidad socieconómica de cada beneficiario se establecerán las nuevas cuantías",asegura.

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No es el primer recorte que sufren las pagas al cuidador. En julio de 2012 el Gobierno acordó bajar un 15 por ciento esta ayuda económica y además dejó de sufragar los gastos de la Seguridad Social a los cuidadores. Y desde el pasado año la Xunta, en aplicación de la normativa estatal, simplificó los grados y cambió los baremos económicos al tener en cuenta no solo la renta del solicitante sino también su patrimonio. Estos cambios supusieron en la práctica otra reducción de hasta el 25 por ciento en las cuantías máximas fijadas para este tipo de ayudas que pasaron de 520 euros mensuales para un grado III a 387 euros.

En una orden publicada ayer en el Diario Oficial de Galicia (DOG) se mantienen las cuantías máximas pero se modifica la fórmula matemática para fijar la ayuda para cada dependiente. "El objetivo prioritario es prestar la atención necesaria a las personas que optan por esta libranza económica y no quieren en ningún caso un servicio aunque hay que tener en cuenta que la propia Ley de Dependencia nació con el objetivo de ofrecer un servicio profesional y de calidad a las personas dependientes y, por lo tanto, establece como prioridad ofrecer servicios profesionales frente a libranzas económicas", explican desde Traballo.

Según se recoge en la orden, Benestar se lamenta de que pese al importante esfuerzo en el despliegue de una red pública de servicios profesionales "un gran número de personas solicitantes siguen demandando la prestación económica". Por eso, hablan de "propiciar" otro tipo de ayudas.

Una vez se evalúa cual es el grado de dependencia, Traballo procede a elaborar un programa de atención para concretar qué servicio es el más adecuado en función de sus circunstancias personales, familiares y de su estado de salud. Aunque los técnicos proponen la modalidad de ayuda que mejor se adapta, se tiene siempre en cuenta la opinión de la familia.

Según admite Traballo, tienen "expedientes pendientes" porque la familia del dependiente rechaza un servicio profesional y pide la paga económica. A estos casos que aún están en tramitación, se les aplicará el nuevo cálculo para establecer las cuantías, así como a aquellos gallegos que soliciten la prestación a partir de ahora. Por lo tanto, no afecta a nadie "que ya esté en nómina", según aclara Traballo. Y tampoco a los dependientes menores de 25 años.

Este nuevo recorte coincide además con la entrada en el sistema de 14.800 dependientes leves que han duplicado la lista de espera.

Los beneficiarios con prestaciones económicas se redujeron a la mitad en cinco años

  • Cuando se activó la Ley de Dependencia la mayoría de los dependientes optaron por las ayudas económicas para poder ser atendidos en su casa por un familiar. En 2009 el 43 por ciento de los casi 40.000 beneficiarios recibían esta paga económica. Y al año siguiente la cifra subió hasta los 19.000 gallegos.Sin embargo, la crisis comenzó a mermar las arcas públicas y el sistema de atención a dependientes se empezó a tambalear. Desembolsar pagas mensuales a casi veinte mil gallegos comprometía la sostenibilidad futura de la Ley de Dependencia. Y empezaron los recortes de las pagas pero también se empezó a priorizar otro tipo de ayudas como las residencias de mayores o los centros de día. Y el número de beneficiarios en los últimos cinco años se redujo en Galicia a casi la mitad: 10.220 a fecha de julio de 2015.En Galicia ya solo reciben una prestación económica el 24,5 por ciento de los dependientes. El resto, un 75,5 por ciento, se beneficia de un servicio. No es una mala estrategia o, al menos, eso opina la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales que defendió desde el principio que se diera prioridad a residencias y centros de día en lugar de conceder ayudas económicas.Y aquí Galicia está a la cabeza de España. Es la segunda comunidad autónoma con mayor porcentaje de dependientes que se beneficia de servicios frente a las pagas económicas. Solo Canarias supera sus cifras con un 76,7 por ciento de usuarios.Con razón la Consellería de Traballo reclama un cambio en el sistema de financiación de la dependencia para que el Gobierno premia a las comunidades que prestán más servicios en detrimento de aquellas que apuestas por las ayudas económicas.

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