Si por un lado la crisis ha provocado un fuerte ajuste en el sector inmobiliario y en el de la construcción de con el cierre de numerosas empresas y la destrucción de empleo, por otro ha acentuado la concentración de bienes urbanos por parte de los grandes propietarios, ya sean estos sociedades mercantiles, entidades financieras o, mayoritariamente, personas físicas. La recesión económica ha reforzado esta tendencia hasta tal punto que actualmente hay en la comunidad gallega más de 20.600 titulares con once o más propiedades urbanas (solares, pisos, locales comerciales o garajes). Esta cifra supone un incremento del 86% con respecto a la realidad del año 2008, cuando el registro catastral reflejaba que eran 11.053 las personas -físicas o jurídicas- que poseían más de una docena de inmuebles de carácter urbano.
Fuentes del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria confirman que esta tendencia de "acumulación" se ha intensificado en los últimos años por parte de las personas más pudientes, que han engordado su patrimonio mediante la compra de inmuebles urbanos que la crisis ha colocado a precios más bajos. "Fundamentalmente estamos hablando de gente que cuenta con dinero y que ante los bajos intereses que ofrece el mercado financiero optan por invertir en el sector inmobiliario con el fin destinar esas propiedades al alquiler, que les da mayor rentabilidad. Esa es la causa principal, lo que vemos a diario", asegura el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de A Coruña, Herminio Carballido.
La compra masiva de bienes urbanos se ha producido porque los precios de los inmuebles han bajado sensiblemente, tanto por parte de los constructores que quieren deshacerse de promociones como de particulares que se encuentran con la necesidad de tener que vender para obtener liquidez.
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Este comportamiento de concentración no es exclusivo de Galicia. Se ha producido también en las demás comunidades autónomas, según los datos recogidos por la Dirección General del Catastro.
Los propietarios de un solo inmueble urbano apenas aumentaron en los últimos siete años en Galicia. Hay 22.000 más con respecto a los que registrados en 2008. Pero sí que se incrementó el número de dueños de seis o más bienes urbanos. Con entre seis y diez propiedades se pasó de 41.160 a 73.736 titulares, mientras que los que tenían entre 11 y 25 se elevaron de 9.183 a 17.796. Los 1.140 que en 2008 tenían entre 26 y 50 bienes son ahora 1.872 y los que acumulaban un patrimonio con más de medio centenar de propiedades urbanas pasaron de 730 a 937.
En total, actualmente hay en Galicia 94.341 personas que tienen seis o más bienes urbanos mientras que en 2008 apenas rebasaban los 52.000, lo que significa un incremento del 80%.
La evolución ha sido similar en las cuatro provincias, si bien en la de Pontevedra es donde se registró con más intensidad la tendencia. En 2008 era 15.477 los propiedades de media docena o más de inmuebles urbanos, pero ahora son casi 30.000, lo que supone un incremento del 90%. En A Coruña el aumento fue del 79%, al pasar de 17.700 a 31.650 los titulares. En Lugo y Ourense el comportamiento fue un poco menos intenso, pero también destacable, del 60% y el 77%, respectivamente.
Sin embargo, la evolución en el suelo rústico apenas mostró modificaciones con respecto a antes de la crisis. Casi no se registraron cambios en las propiedades y las cifras actuales son muy similares a las que había en 2008. Las variaciones son de alcance muy limitado, según los datos del Catastro. Por ejemplo, si hace siete años eran 37.900 los gallegos con más de medio centenar de fincas rústicas -derivado del alto grado de minifundismo-, ahora son 36.300.
