Gas Natural Fenosa, la principal adjudicataria del concurso eólico de Galicia, aprovechó la oportunidad de renuncia que la Xunta ofreció en la reforma del proceso para desistir del 41% de la potencia que había conseguido. Un total de 141 megavatios (MW) repartidos en cinco grandes parques. La compañía los consideró "inviables económicamente" ante el fin de las primas a las renovables. En sus manos quedaban los restantes 198 MW obtenidos en el reparto de finales de 2010 y otros 110 más, pendientes también de construcción de los primitivos planes industriales impulsados durante las legislaturas de Manuel Fraga en el gobierno gallego. Todos se quedan sin fecha. Aunque la compañía da por concluida "la incertidumbre regulatoria" que tambaleó al sector durante la implantación de la reforma energética, sus planes a corto y medio plazo no pasan por poner en marcha nueva generación de electricidad en España. "En absoluto se dan las condiciones", respondía su consejero delegado, Rafael Villaseca, durante la rueda de prensa de presentación ayer de los resultados de 2014 ante la pregunta de cuándo saldrán los parques gallegos adelante.
Por su parte, Gas Natural ha matizado a FARO que no "desiste en la tramitación ni desarrollo" de los parques ya asignados en Galicia, para los que sigue la tramitación administrativa, sino que por el momento no se pondrán en marcha nuevos proyectos.
La entrada en funcionamiento a finales del pasado ejercicio del parque Cordal de Montouto, con 14 MW, será, de momento, la excepción en inversiones de nueva generación. En Galicia, pero también el conjunto del país. Gas Natural sigue adelante con las autorizaciones para la repotenciación de Cabo Vilano, donde el cambio será únicamente tecnológico para reducir los 22 aerogeneradores actuales a dos.
La posibilidad de incrementar la potencia productiva en España no entra en ninguna de las tres áreas de inversión en las que se mueve la multinacional y primera energética de Galicia. Sí lo está haciendo fuera de Europa, a través de su filial Global Power Generation, constituida en octubre justo con el encendido de 234 MW eólicos en Bii Hioxo (México), y que trabaja ahora en concluir una minihidráulica en Costa Rica. La segunda pata de inversión está en los mercados internacionales de gas natural licuado. Y una tercera con el negocio de distribución de gas. En este último caso, Villaseca sí cree que se pueden "alterar algo" las prioridades de la compañía para mirar de nuevo a España.
"La regulación definitivamente apuesta por acabar de gasificar el país y por lo tanto probablemente en el nuevo plan estratégico que hagamos le demos mayor peso a la distribución de gas debido a que parece que se dan ya las condiciones", explica el número dos de Gas Natural Fenosa. "Pero no creo que se den aún las condiciones para invertir en generación de electricidad en España -añade-. En absoluto".
Desde el grupo recuerdan el poco sentido que tendría destinar ni un solo euro a aumentar la capacidad instalada cuando la tendencia es justo la contraria. En Gas Natural están pendientes de como será finalmente la normativa con la que Industria permita la hibernación de centrales de ciclo combinado para "tomar una decisión". Rafael Villaseca no va más allá, pero sí destaca la importancia de equilibrar la balanza entre el remedio para la "bajísima utilización" ahora mismo de las plantas y las necesidades del sistema "para evitar colapsos".
683 millones con la reforma
Los cambios en la regulación energética le costaron a Gas Natural en 2014 otros 141 millones de euros a mayores del impacto ya del ejercicio anterior, con lo que la factura "recurrente" se dispara hasta los 683 millones. "Es momento de reflexionar", reclama Villaseca al respecto de una reforma "que ha sido sangrante", pero "necesaria". El "agujero" llegó a suponer tres puntos del Producto Interior Bruto (PIB) y las modificaciones impuestas por Industria "han conseguido equilibrar las cuentas". De hecho, la compañía pronostica un déficit cero en el sistema el pasado año, una vez que se cierren las liquidaciones pendientes, frente a los "entre 4.000 y 5.000 millones de euros" con los que engordaba anualmente antes. El ajuste "lo han soportado las compañías, los consumidores y el Gobierno en menor medida". Rafael Villaseca niega que los mayores esfuerzos recayeran sobre las renovables. "Empalidecerían en la comparación", defiende. Pese a reconocer que el reparto de cargas es "cuestionable", el consejero delegado de Gas Natural insiste en que la reforma energética está "adecuadamente enfocada". A partir de ahora, la integración de las tecnologías limpias, apunta, "está en la órbita europea".
Villaseca evitó pronunciarse sobre la continuidad de Felipe González en el consejo de administración -lleva un año en prórroga- o sobre posibles cambios políticos en España con el fenómeno de Podemos. "Esperamos el mayor clima de concordia para desenvolver nuestro negocio", zanjó.
