La vertiginosa caída de la cotización internacional del petróleo está provocando lo que el también estrepitoso desplome de la demanda durante los años de crisis fue incapaz de lograr. Que los precios de los combustibles estén bajando. Y con una fuerza inédita. El pasado mes de diciembre, cuando se empezaron a notar realmente los efectos de la cuesta abajo en el crudo, las tarifas del litro de gasóleo en España se desplomaron un 8,3% y un 8,9% en el caso de la gasolina. "No se producían descensos de tal magnitud en los precios de ambos carburantes desde noviembre de 2008", destacaba ayer la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en su balance de final de año. El abaratamiento en el caso de Galicia, con un problema crónico de costes para el consumidor, fue ligeramente menor. Del 8,1% y el 8,6%, respectivamente, lo que agrava el diferencial negativo de la comunidad respecto al desembolso para llenar el depósito. Galicia es la autonomía con el gasóleo más caro de la península y la que ha experimentado menos caída de los precios en 2014. La carga fiscal, con el IVA y, sobre todo, el tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos -el antes llamado céntimo sanitario, que la Xunta elevó desde enero del 2014 al techo máximo- están frenando el abaratamiento, el más bajo de todo el Estado. Del 13,1% respecto a diciembre de 2013.

El precio de venta al público, impuestos incluidos, del gasóleo, el combustible más usado, cerró diciembre en Galicia en 1,196 euros por litro. El de la gasolina sin 95 en 1,225. Respecto al mismo mes del pasado 2013, antes de subir el céntimo sanitario hasta los 4,8 céntimos, el gasóleo acumula una caída de 15,7 céntimos, frente a los 20,3 del total nacional.

El abaratamiento en el conjunto del país es cinco céntimos mayor. El precio de gasolina -en 1,225 euros- desciende en la autonomía 17 céntimos por litro, dos menos que los 19,5 céntimos del promedio de España, según la CNMC.

La prueba de fuego del impacto de la presión fiscal sobre el precio de los carburantes en Galicia se refleja en la comparación en las tarifas antes de impuestos. En el último año, el recorte en todo el país fue de 16,9 céntimos en cada litro de gasóleo. En Galicia, de 16,5. Un equilibrio que nada tiene que ver con las importantes oscilaciones en el precio final al consumidor tras repercutirse IVA e Hidrocarburos.

En su informe del mercado de los combustibles en diciembre, la CNMC insiste: "El tramo autonómico del impuesto de ventas minoristas de determinados hidrocarburos afecta a la posición relativa de las provincias en precios de venta al público respecto a la observada en precios antes de impuestos".

"Es decir -continúa-, cuando se comparan provincias con niveles similares de precios de venta al público coinciden prácticamente con el nivel de impuesto autonómico".

Ourense, Pontevedra, Lugo y A Coruña, por este orden, vuelven así a figurar como las provincias peninsulares con mayor precio final del gasóleo.

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