Emilio Pascual no aireó solo ante Pilar de Lara la presunta caja B del PP de Ourense en la época de José Luis Baltar. El responsable de la contabilidad del partido durante 27 años también entregó a la juez de la Pokemon papeles sobre el supuesto enriquecimiento ilícito del expresidente y una recopilación de las presuntas maniobras irregulares de Baltar padre y su entorno que habrían permitido cimentar el poder que ejercía en la provincia. El expresidente provincial ya valoró esta denuncia como "una vendetta" del exgerente porque su hijo prescindió de él cuando se hizo con la presidencial provincial del PP. Baltar Pumar anunció además una querella contra Pascual para defender "la honorabilidad" del partido y de las personas salpicadas por sus declaraciones.

El antiguo trabajador también aportó a la magistrada el contrato del congreso provincial de 2002 organizado por Special Events, una empresa vinculada a la trama Gürtel. El acuerdo se firmó con Álvaro Pérez, "El Bigotes", con un presupuesto de 72.121 euros. Según afirmó Pascual a la instructora, el partido no pagó ni "en dinero oficial ni en B".

El exgerente prestó declaración como testigo, el 3 de noviembre en Lugo, y puso en manos de la juez papeles que ya tuvieron su recorrido, sin cuajar, en vía judicial. El dossier sobre los bienes de Baltar que Pascual entregó a De Lara, elaborado sin remitente, fue objeto de una revisión exprés por parte de la Fiscalía Anticorrupción, en 2012. Hablaba de propiedades inmobiliarias y más de un centenar de coches, y de la supuesta transacción de puestos de trabajo y el presunto amaño de oposiciones para favorecer a afines en la Diputación.

El fiscal general del Estado anunció el archivo por "falta de concreción". Cinco meses después cuajó una querella por los 104 enchufes en la Diputación que han supuesto al exbarón ourensano una condena por prevaricar que está recurrida.

Los documentos de la sospecha reaparecen ahora en la mesa de la juez de la Pokemon, que interrogó en julio al expresidente por un presunto delito de cohecho. "Esta es una información que me la tiran en una pequeña finca que tengo. Encuentro una bolsa de plástico con estas cosas", relató el exgerente a la juez al entregarle los papeles sobre la presunta corrupción. Se los facilitó justo después de que la instructora preguntara: "¿tiene constancia de si alguna de esas aportaciones que le realizaban las empresas, en vez de ir a parar al partido, iban a parar al bolsillo del señor Baltar o de algún familiar suyo o de alguna persona?". "Tengo que pensar que sí", respondió él.

También sacó a colación en sede judicial a una sociedad que "existe pero no existe" , según sus palabras, y que se benefició de subvenciones de Xunta y Diputación tras ser constituida hace una década por un asesor del PP, próximo a Baltar hijo, y el gerente nombrado por el sucesor, en detrimento del propio Pascual, cuando se consumó el relevo familiar en 2010.