La Xunta eliminó 331 liberados sindicales de su plantilla en los últimos tres años. Tras las negociaciones con los sindicatos, el Gobierno gallego redujo un 40 por ciento en el número de funcionarios que se dedican a jornada completa a tareas de representación laboral. Esto permite un ahorro anual de 9 millones de euros a la administración autonómica, puesto que se evita contratar a interinos para cubrir los puestos de los liberados.

La reducción conseguida por la Xunta cumple el objetivo marcado inicialmente puesto que sobre la mesa de negociación con las centrales estaba precisamente la supresión de un cupo de 300 funcionarios que estaban eximidos de sus tareas laborales.

Las medidas de austeridad impulsadas por la Administración autonómica para hacer frente a la crisis incluyeron tijeretazos a los gastos de personal. Se ajustaron las plantillas, se les rebajó el salario a los funcionarios e incluso se les quitaron días de libre disposición. Los sindicatos no quedaron exentos de estos recortes.

En 2009 estaban en nómina en la Xunta 894 liberados. Cada representante de los trabajadores dispone de unas horas libres para dedicarse a sus tareas sindicales. Lo que hacen las centrales es concentrar estas horas en algunos de sus delegados hasta que queden liberados de sus responsabilidades laborales y así puedan dedicarse a tiempo completo a labores sindicales.

El primer recorte llegó en 2011. El Gobierno gallego suprimió 120 liberados y consiguió un ahorro anual de cuatro millones de euros.De esos 120 trabajadores, 64 eran de educación, 45 de sanidad y 11 de justicia.

Pero al año siguiente, en 2012, el Gobierno central aprobó un real decreto de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y fomentar la competitividad que instaba a las comunidades a continuar reduciendo liberados sindicales.

El real decreto aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy obligaba a los representantes de los trabajadores a ceñirse a la legislación básica de 1985, la cual impide dedicar a esa función más de 40 de las 150 horas laborales del mes. Además de los liberados sindicales, cualquier representante que exceda las 40 horas sindicales deberá acudir a su puesto de trabajo por ese tiempo extra.

Con este recorte de horas sindicales, en Galicia había un cupo de 300 liberados que podrían entrar en la negociación con los sindicatos para reducir liberados, pero la Xunta ya tenía adelantado trabajo al haber eliminado un año antes 120.

Desde comienzos del pasado año se retomaron las negociaciones para continuar avanzando en la eliminación de estos puestos dedicados en exclusiva a tareas sindicales y el resultado, según informó la Consellería de Facenda, es la supresión de otros 211 liberados, en total 331.

En la actualidad la Xunta cuenta con 392 liberados sindicales a tiempo completo, pero además hay otros representantes sindicales que disponen de horas libres. Acumulando todas las horas dedicadas a labores de representación de los trabajadores, la cifra total sería de 563 liberados.

Con la reducción de un 40 por ciento del número de funcionarios exentos de sus tareas laborales, la Administración gallega consigue recuperar aproximadamente unas 50.000 horas laborales al mes.