Andalucía y Cataluña tienen encima de la mesa sendos proyectos para crear un banco público con el objetivo de financiar a las empresas de la comunidad. Esta es una opción que ha sido descartada en Galicia en múltiples ocasiones y sigue sin ser tenida en cuenta, según fuentes del Ejecutivo autonómico.

Con motivo de la venta de NCG Banco, BNG y AGE han defendido que la entidad gallega antes de pasar a manos privadas pase a ser controlada por la Xunta y se "ponga al servicio" sobre todo del tejido productivo de la comunidad, y la Xunta siempre se ha negado. Son varios los argumentos expuestos desde el Ejecutivo autonómico y el PPdeG para defender su negativa. Primero ideológico, consideran que el banco público podría terminar siendo "un chiringuito ineficiente", pero es que además, explican, "legalmente es imposible", pues la UE que ha aportado fondos para la capitalización de la entidad exige su privatización.

Además, abunda, "en el actual contexto financeiro resulta complicado que esa entidad pública pudiese actuar sin un apoyo público a modo de aval. Adicionalmente, recibió unas importantes cantidades de financiación pública para su recapitalización. En este contexto, los préstamos que concediese podría tener la consideración de ayuda de Estado para las empresas que los recibiesen".

En Andalucía gobierna el PSOE en coalicación con IU y en el pacto de gobierno incluyeron la creación de un banco público. El plan que se está pergeñando, contaba ayer El Mundo, pasaría por comprar el Banco Europeo de Finanzas, que es propiedad de Unicaja, Caixabank y BMN, para tener ficha bancaria. Esta entidad tiene un capital de 120 millones de euros y sus accionistas ya han advertido de que no regalarán la ficha bancaria.

La presidenta andaluza, la socialista Susana Díaz, es partidaria de que ese banco público sea una especial de Instituto de Crédito Oficial (ICO) que dé préstamos a las pymes, pero sin llegar a actuar como un banco convencional. Su socio, en cambio, quiere un banco puro y duro que también dé créditos a particulares y capte depósitos. Es más, IU defiende que el Estado debe ayudar a Andalucía para poner en marcha su banco, pues los andaluces, alegan, también han ayudado a rescatar bancos como Bankia, Catalunya Banc o NCG.

En Cataluña, el proyecto está bastante más avanzado. En octubre, la Generalitat parobó un decreto ley por el que cual autoriza al Instituto Catalán de Finanzas a dar "todos los pasos necesarios" para su conversión en banco público. El objetivo es impulsar y reforzar el tejido industrial catalán. Antes debe obtener el visto bueno del Banco de España.