La Consellería de Sanidade estudiará si la unidades de trasplante renal y de páncreas ubicadas en A Coruña y Santiago tienen un número suficiente de intervenciones para continuar abiertas. "Analizaremos con los profesionales para ver cómo podemos darle continuidad a las unidades o ver cómo podemos hacer", explicó ayer la titular de Sanidade, Rocío Mosquera.

La Organización Nacional de Trasplantes (ONT), dependiente del Ministerio de Sanidad, defiende que las unidades de trasplantes deben de justificar un número de intervenciones al año y, en caso contrario, deben cerrarse. En concreto, plantea que sobran cuatro de las 18 unidades de trasplante cardíaco que están ahora mismo en funcionamiento en España. En el documento, que se dio a conocer el pasado lunes, advertía además de que "pudiera sobrar alguna de riñón".

La unidad de trasplante de corazón del Complejo Hospitalario de A Coruña no corre peligro puesto que es el segundo hospital con más trasplantes de este tipo a nivel estatal, solo por debajo del Hospital La Fe de Valencia.

La conselleira de Sanidade confirmó ayer que las unidades de trasplante cardíaco y hepático de Galicia "tienen un número suficiente" de intervenciones. Sin embargo, precisó que el Ministerio de Sanidad "pone en duda" las unidades de trasplante renal y pancreático de A Coruña y Santiago. "Tenemos que revisarlas", explicó durante una visita a los nuevos quirófanos de cirugía mayor ambulatoria del Complejo Hospitalario de Santiago (CHUS).

"En el caso gallego estamos bastante bien. Lógicamente habrá que volver a repensar las unidades que tenemos. Por lo que estamos viendo, la mayoría llegan al número mínimo", aseguró.

Mosquera defendió además la decisión de cerrar unidades de trasplantes si no llegan a un mínimo de intervenciones. "Tiene que haber un mínimo para garantizar la seguridad, no hablamos de un tema de coste, es un tema de calidad y seguridad para el paciente", defendió la titular de Sanidade.

En cuanto a la decisión de algunos alcaldes de asumir el desembolso del copago de fármacos hospitalarios para que no repercuta sobre los pacientes, la conselleira les reclamó ayer "prudencia" puesto que aún no conocen el impacto de esta medida.

"Empezar a hablar antes de que las cosas se tengan estudiado y se sepa qué impacto va a tener en cada ayuntamiento no es fácil. Pediría un poco de prudencia para ver cómo va a ser realmente el tema y el impacto que va a tener", explicó.

Mosquera aseguró que le parece "correcto" que los alcaldes asuman el copago hospitalario pero advirtió que "a lo mejor tienen que revisar también que pasa con otros ciudadanos de esos ayuntamientos y con otros fármacos".

La rebelión de los alcaldes contra el copago hospitalario está encabezada por el regidor nacionalista de Riotorto, Federico Gutiérrez, quien ha reclamado una reunión con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para buscar una solución que evite el "perjuicio" a los ciudadanos.