El fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Ourense, Florentino Delgado, advierte en la querella que presentó contra el expresidente de la Diputación de Ourense José Luis Baltar por presunta prevaricación continuada por la contratación a dedo de 104 personas que puede haber más irregularidades en estas contrataciones. Una de ellas sería que hubo once contratos que "excedieron" el límite legal establecido que era de tres meses, según la ordenanza provincial reguladora de los procedimientos de contratación de personal laboral temporal.

El fiscal constata que "ese límite no se establecía" siempre, pues hay contratos "en los que la duración dependía de finalización de la obra o el servicio correspondiente". Y el fiscal señala al menos once contratos en la Biblioteca, en el Teatro Principal o el Centro Cultural de la Diputación.

"Exceder" el límite de tiempo sería otra irregularidad detectada por el fiscal jefe, que acusa a José Luis Baltar, que durante 22 años presidió la Diputación de Ourense, de crear "un estado clientelar" con los 104 contratos, que además se llevaron a cabo "sin ningun tipo de procedimiento reglado", por ejemplo publicitar las ofertas de empleo en el Boletín de la Provincia o el tablón de anuncios.

Para el fiscal, no hay duda de que existe "una clara vulneración" del procedimiento legalmente establecido para las contrataciones de personal realizadas por Baltar, que el miércoles se dijo de baja en el PP para no dañar a su partido

Implicación política

La imputación por parte del fiscal jefede Ourense de José Luis Baltar, que declarará el 4 de febrero ante el juez, abre un nuevo escenario en el PP de Ourense, que en marzo o abril debe celebrar congreso provincial. El presidente del PP en la provincia y titular de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar, al ser preguntado ayer directamente por si sus rivales en el PP aprovecharán la polémica que salpica a su padre para "intentar desalojarlo", contestó: "Habrá un proceso en el que todos aquellos que tengan un proyecto de partido en la cabeza, tendrán siete días de campaña electoral interna para hacérselo llegar a los compromisarios y a la militancia, y después, democráticamente se votará".

José Manuel Baltar sucedió a su padre en el congreso de 2010 tras derrotar a la candidatura del alcalde de Verín, auspiciada por la dirección gallega del PPdeG. En Santiago y también en Madrid no veían con buenos ojos que Baltar sucediese a Baltar, pues significaba seguir sin controlar el partido en una provincia que ya había demostrado que está dispuesta a la guerra para defender sus intereses y planes. Baltar, que controlaba el PP en Ourense desde el año 1992 y hasta 2010, se enfrentó a Fraga en la recta final del mandato del segundo cuando comprobó que perdía peso e influencia en el PPdeG y su candidato a la sucesión, el fallecido José Cuiña, no tenía opciones. Desde entonces las relaciones con la dirección gallega y nacional han sido frías y tensas.

Llegar al próximo congreso en un escenario marcado por el escandalo judicial de José Luis Baltar deja tocado a su hijo y sus opciones de repetir al frente del PP de Ourense, admiten fuentes populares, que en todo caso, sostienen que "a día de hoy" es muy precipitado aventurar que puede pasar y si habrá de nuevo una candidatura alternativa que intente poner fin al poder del baltarismo en Ourense. En el entorno de Baltar no descartan esta opción, pues no se fían de aquellos que ya en 2010 intentaron su destierro.

Preguntado el pasado jueves el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, precisamente por qué pasará en el Congreso de Ourense, evitó respaldar a Baltar hijo como presidente provincial y se limitó a declarar que habrá un cónclave en el que los militantes "pueden decidir, votar y elegir, y ya se verá".