Como el hijo pródigo que vuelve a casa, el candidato socialista a la Presidencia de la Xunta,Pachi Vázquez, regresó ayer a su tierra, al municipio ourensano de O Carballiño,donde ha cultivado desde su época de alcalde (entre 1995 y 2005) un fiel granero de votos y allí, ante un abarrotado auditorio donde se reunieron medio millar de personas -el mitin más multitudinario en lo que va de campaña- llamó a filas a sus tropas para que convenzan a los indecisos y combatan la abstención.

"Cuando salgais de aquí, a cada casa que vayáis, a cada bar, al centro de mayores, al ambulatorio, a los que digan que no van a votar,decidles que hay que ir. Porque cuando la gente no vota, gana al PP, pero cuando se pone en pie, levanta la cabeza, mira al futuro sin miedo y entonces gana la izquierda", arengó ante un entregado auditorio que lo recibió a gritos de "Pachi, presidente" y se volcó con besos y abrazos al candidato, tanto que la emoción se hizo visible en su rostro.

"Yo nací en este pueblo. Yo estaba condenado a la resignación, a ser uno más, pero este pueblo me enseñó a mirar al futuro", explicó. De esta manera se dirigió a los indecisos, a los que están "desanimados" con la política para que apoyen al PSdeG.

Cuando quedan once días para las elecciones, los sondeos dan mayoría absoluta al PP, pero Vázquez advierte que, según el sondeo del CIS, hay "una amplia mayoría" de ciudadanos que quieren un cambio de gobierno en Galicia y otro 40 por ciento que aún no ha decidido su voto.

Para dar una vuelta a las encuestas el candidato socialista sabe que tiene que convencer a esos indecisos y evitar que los descontentos se queden en casa. "Las elecciones se van a decidir por un puñado de votos", advirtió. Movilizar al voto de izquierdas es su única opción para ser presidente de la Xunta. "E o momento", reza su campaña. El mismo lema que le llevó en 1995 a la Alcaldía de O Carballiño.

Si el "momento" se repite y Pachi gana las elecciones, el paro se convertirá en su prioridad.Su intención es crear 25.000 empleos para jóvenes con un coste de 39 millones de euros. Este compromiso se ha convertido en su promesa estrella durante la campaña, pero ayer desgranó de donde sacará los recursos para costear este plan.En los dominios de Baltar, el candidato socialista propuso suprimir la Diputación de Ourense. "La cerramos y los mandamos todos a casa. Ya está bien de que echen el dinero por ellos abajo", proclamó despertando la ovación entusiasta del auditorio.

También sacrificará la publicidad institucional, según anunció, en la que la Xunta se gasta al año 7 millones de euros. "Con ese dinero pagaré la gratuidad de los libros de texto", explicó.