La crisis amenaza la supervivencia de los centros gallegos en el exterior. La avanzada edad de los socios y las dificultades para mantener la cartera de servicios ha llevado a los representantes de los centros que representan a los cerca de 390.000 gallegos residentes en el exterior a coger el guante lanzado ya hace años por la Xunta sobre la necesidad de fusionarse.

De la misma manera que en Galicia el Ejecutivo autonómico incentiva las alianzas de ayuntamientos para ahorrar costes, el mismo mensaje lo traslada a las entidades que prestan servicios a la diáspora, si bien la decisión final depende de estos. Bajo la premisa del ahorro y la mejora de los servicios, la Secretaría Xeral de Emigración ha vuelto a poner sobre la mesa su invitación a los equipos directivos de los centros gallegos en el extranjero –más de 300 repartidos por más de un centenar de países, solo 60 de ellos en Argentina– a su unificación con el objetivo de promover" actuaciones conjuntas de mayor peso y relevancia".

La Xunta ha se ha aplicado a sí misma esta receta. Con el objetivo de reducir el desembolso en el exterior en un contexto en el que es necesario disminuir el gasto de las arcas públicas, la Xunta de Alberto Núñez Feijóo ha aceptado trasladar el personal y todos los servicios que prestan las delegaciones en el extranjero, ubicadas en Buenos Aires, Montevideo y Bruselas, a las embajadas o consulados de España, evitando así el pago de alquiler de sus sedes, como sucede en la actualidad. Pese al cambio de ubicación, la Consellería de Presidencia defiende seguir manteniendo a sus propios funcionarios para velar por los interiores gallegos en el exterior.

Inevitable

Para la Xunta, resulta "inevitable" esta cooperación y coordinación entre los centros gallegos en el exterior. "Se trata de un proceso voluntario que se ha tratado en los últimos años; sin prisa, pero sin pausa", apuntan desde el departamento que dirige Santiago Camba. La mayoría, según aseguran desde la Xunta, están dispuestos a dar el paso hacia la fusión, pero algunos de ellos muestran sus recelos ante el temor a "perder su autonomía e independencia".

Aunque todavía no hay calendario de trabajo cerrado para el proceso de fusión, se espera tener cerradas las primeras alianzas entre entidades en el exterior a finales de año. De hecho, representantes de los centros gallegos en Buenos Aires y Montevideo retomarán los contactos el próximo mes de marzo para abordar el futuro de sus respectivas sociedades.

En una reunión de la comisión delegada del Consello de Comunidades Galegas celebrada el pasado mes de diciembre, el propio secretario xeral de Emigración, Santiago Camba, apelaba a la necesidad de conformar "entidades fuertes y especializadas" de tres tipos, según las actividades que realicen: recreativas-culturales, sanitarias y de carácter asistencial-residencias de mayores. En aquel encuentro, el secretario xeral de Emigración destacó también la importancia de afrontar el proceso de fusión de entidades, pero reconoció que deberá abordarse con "calma y paciencia" y respetando la voluntad de los mismos.