Es una larga tradición de los municipios gallegos el no revisar el valor catastral ni incrementar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), más conocida como la contribución urbana. Por esta razón, Galicia es la comunidad con este tipo de gravamen más bajo de toda España, que lo hace situarse un 20% por debajo de la media del Estado. Subirlo tan solo una décima permitiría, no ya a los grandes municipios, sino a los medianos, ingresar al año unos cientos de miles de euros más, pero son muy pocos los ayuntamientos que se atreven por el coste político que supone tomar una medida que siempre ha resultado muy impopular y objeto de confrontación con los vecinos.

Ésta es la principal razón, según los argumentos del presidente de la Fegamp, Carlos Fernández, que explica que el IBI de los ayuntamientos gallegos sea, por término medio, el más bajo de toda España. Los datos los acaba de aportar el Ministerio de Economía, que sitúan a la comunidad gallega como la autonomía con el tipo impositivo del IBI en 2010 más reducido del todo el Estado, con un 0,535%, cuando la media es del 0,665%. Estos índices representan el porcentaje del valor catastral de la vivienda que los propietarios deben pagar en concepto de contribución urbana. "El mínimo que se puede aplicar el del 0,4%, pero en Galicia, por hábito, siempre se apuesta por el tramo más bajo de la horquilla que establece el Estado", asegura Fernández.

El tipo impositivo más elevado corresponde a Valencia, con un 0,797%. Si se trasladara ese coeficiente a Galicia, supondría que los dueños de viviendas tendrían que pagar un 49% más por el IBI, lo cual es un incremento sustancial. Cataluña, con un 0,743%, y Andalucía, con un 0,715%, completan el trío de comunidades con la contribución media más alta de España.

La penúltima posición corresponde a Madrid, con un tipo del 0,554 por ciento, si bien el resultado puede resultar engañoso, dado que la contribución que se abona en Madrid es mucho más elevada debido a que el valor catastral de los inmuebles es también muy superior al de los inmuebles gallegos.

"Los ayuntamientos gallegos somos un poco timoratos con los impuestos y por eso se oyen esas voces que nos reclaman una mayor corresponsabilidad fiscal", sostiene el aún presidente de la Fegamp.

Por provincias, a la cola de España se encuentra la de Ourense. Tiene, de media, la contribución más barata de todo el Estado, con un tipo impositivo del 0,502%, una décima y media más bajo que la media nacional. En el polo opuesto se encuentra, según los datos del Ministerio de Economía, Cádiz, con un IBI del 0,897%. Esto quiere decir que por una vivienda de similares características, un gaditano paga casi el doble, un 78%, más que un ourensano. En las tres restantes provincias gallegas, el tipo es también inferior a la media nacional, siendo de 0,514% en A Coruña, de 0,545% en Lugo y de 0,568% en Pontevedra.

En cuanto al impuesto que se aplica a los bienes rústicos, como fincas, plantaciones, labradíos o montes, el tipo es el segundo más barato de España, del 0,489%, solo por encima de Canarias, con un 0,438%, dos décimas por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 0,669 por ciento.