La economía gallega sigue creciendo pero al ralentí. Lejos queda el plus de resistencia del que presumía Galicia frente a España puesto que su evolución económica, aunque positiva, es un punto inferior a la estatal: en el segundo trimestre de este año fue de un 0,6 por ciento frente al 0,7 por ciento español. Lo que lastra el PIB gallego es el mal comportamiento de su industria. A modo de ejemplo: la producción industrial se desplomó en Galicia en junio un 13,3 por ciento, el mayor descenso del último año y medio, mientras que en el conjunto del Estado solo cayó un 2,7.Lo mismo ocurre con el empleo. La destrucción de puestos de trabajo se ha atenuado en la comunidad autónoma entre marzo y junio de 2011 (baja un 1,3 por ciento frente al 2,6 de un año antes), pero aún así, supera al descenso registrado a nivel estatal del uno por ciento.

En medio de este débil crecimiento de la economía gallega, la Xunta ha anunciado que en septiembre recortará en 103 millones de euros sus cuentas para este año, un presupuesto que cuando fue diseñado se planteaba como meta alcanzar el uno por ciento de crecimiento del PIB al finalizar 2011. El director del Instituto Galego de Estadística (IGE), Xosé Antonio Campo Andión, considera que este objetivo sigue siendo "razonable" y, por esta razón, no cree que la Consellería de Facenda deba modificar sus previsiones de crecimiento.

Son los servicios y la actividad agraria los que están tirando del carro de la economía gallega. Además de las exportaciones, que se incrementaron un 6,6 por ciento.

El PIB gallego lleva creciendo de forma consecutiva en los últimos quince meses. Entre marzo y junio de este año la economía mejoró en 0,2 puntos con respecto al trimestre anterior.

Desde que empezó la crisis la economía de Galicia evolucionó mejor que la española pero en marzo de 2010 cambiaron las tornas y el PIB estatal empezó a crecer por encima del gallego.

Donde más se aprecia esta brecha es en el sector industrial. El director del IGE explicó que el Índice de Producción Industrial (IPI) cayó cinco veces más en Galicia en el mes de junio pasado. "Se debe a la menor producción energética, al bajón de actividad en las refinerías de petróleo, a la menor producción de coches y al descenso en la fabricación de prendas de vestir y del naval", explicó Campo Andión.

La actividad económica también se ve frenada porque los hogares gallegos cada vez consumen menos. En el segundo trimestre del año su gasto cayó un 1,7 por ciento. También baja en España, aunque el decenso fue, en este caso, menos acusado (-0,2 por ciento).

Inversión pública

Por el contrario, el gasto de las administraciones públicas se incrementa en Galicia un 1,2 por ciento frente al español que se recortó un uno por ciento. En todo caso, estos datos económicos pueden ser sometidos a revisión, al igual que se hizo con las cifras del primer trimestre del año donde el Instituto Nacional de Estadística dejó de contabilizar en España 1.073 millones de gasto público, lo que obligó a revisar al alza el crecimiento de ese periodo, que estaba en un 0,8 por ciento anual y se convirtió en un 0,9 por ciento.

Por ramas económicas, Galicia aventaja a España en el crecimiento de su sector agrario y en un descenso menos acusado de la construcción. La buena evolución de la actividad de servicios en la comunidad gallega, que creció un 1,7 por ciento, también fue superior al 1,2 por ciento estatal.

En todo caso, dentro de esta rama económica, uno de los indicadores que maneja el IGE, el de pernoctaciones de turistas del mes de julio, no resulta nada favorable a Galicia: cae un 5,1 por ciento mientras se incrementa un 8,3 en España.

A pesar de ser uno de los sectores más pujantes, en los servicios se sigue destruyendo empleo. Solo hay trabajo en la rama agraria y pesquera (crecen un 0,6 por ciento). En total, en Galicia se perdieron 12.114 puestos de trabajo en un año.