Por mucho que China se haya constipado, una población de más de 1.350 millones de personas es un buen catalizador para cualquier enfermo y las exportaciones españolas al coloso asiático no han dejado de crecer en los últimos cinco años. Entre enero y noviembre de 2015 -último mes del que se disponen datos-, las ventas a China ascendieron a 4.069 millones de euros, un 9,15% más que en el ejercicio anterior. Pero el dato significativo es el que aportan las empresas gallegas que, por primera vez en el último lustro (al menos), superan el 5% de cuota exportadora del país al mercado chino. Esto es, cinco de cada cien euros que facturó España en China eran mercancías procedentes de Galicia, y no hay precedente documental para este registro. Las exportaciones gallegas se incrementaron un 27,25% y superaron los 204 millones de euros gracias, sobre todo, al impulso del automóvil.
Desde 2010 a 2015 -en el mismo periodo, entre enero y noviembre- la cuota de exportaciones gallegas a China nunca había pasado del 4,52%. Fue en 2012 cuando las empresas de la comunidad vendieron bienes al país asiático por 153,64 millones de euros, ejercicio en el que España hizo lo propio por otros 3.398 millones. En este lustro Galicia logró duplicar sus exportaciones al mercado chino, ya que en 2010 las ventas rozaron los cien millones (4,14% de cuota). La cifra de 2015 es importante no solo por la cuantía, sino también porque en agosto el Gobierno de Pekín devaluó tres veces su moneda para incentivar sus exportaciones. El hecho de que hayan mejorado las gallegas es que los productos que parten de la comunidad siguen siendo competitivos.
En 2014 el motor gallego, con el pulmón de la factoría de PSA Peugeot Citroën, facturó en China 16,4 millones de euros, pero el pasado ejercicio logró elevarlas por encima de los 36,6 millones (un 123% más). La pujanza de las exportaciones gallegas a China, además de por el protagonismo del motor, se debió también a la aportación del textil (con Inditex como punta de lanza) y los productos pesqueros, que en ambos casos incrementaron sus ventas. El auge del mercado asiático para Galicia es fundamental en tanto reduce su dependencia del mercado europeo en un contexto en el que el euro sigue depreciado frente al dólar.
El hándicap
El problema para el sector exterior gallego es que, con la excepción de Rusia, el resto de grandes países emergentes son territorio casi inexplorado. Las ventas a India y Brasil continúan siendo residuales, penalizadas en el último caso por la crisis del país carioca. La depreciación del petróleo ha pasado factura a Rusia, que en 2015 compró productos españoles por 1.577 millones de euros cuando en 2014 se había gastado más de 2.430. Esto repercutió también en las empresas gallegas, que dejaron de ingresar 60 millones (hasta los 102). Aún así, la cuota exportadora de Galicia supera con creces el 6%. Según el último informe Ardán -editado por Zona Franca de Vigo-, las empresas gallegas tienen potencial para alcanzar cuotas exportadoras del 7% en estos países emergentes, aunque a día de hoy con la aportación de China y Rusia no basta para retomar esos niveles.
