A finales de diciembre, cuando trascendió que un segundo candidato disputaría a José Manuel Pérez Canal la presidencia de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), desde Ourense hablaban de Antonio Dieter como un "hombre a contracorriente" y "sin posibilidades" de vencer. Pero esta interpretación se fue disipando en los últimos días. "Va a estar muy igualado. La diferencia está ahora en cinco votos arriba o abajo", explicaba ayer un miembro de la junta directiva de la patronal gallega a este periódico. A las doce de la mañana 206 vocales de la asamblea general decidirán el nombre del sucesor de José Manuel Fernández Alvariño en las que serán los comicios más disputados desde que se fundó la organización en 1981. La inmensa mayoría de los votos ya están delegados y no se espera una gran afluencia de vocales al cónclave.

Los 40 votos de la Confederación de Empresarios de A Coruña, que sigue en manos de Antonio Fontenla -lleva más de 15 años en el cargo- y los 72 de las organizaciones sectoriales decantarán el resultado. Empresarios próximos a Alvariño aseguran que desde A Coruña se han "se han movido mucho pidiendo delegaciones de voto" para Antonio Dieter, un empresario totalmente desconocido para el gran público pero cuya antipatía hacia el expresidente de la patronal gallega es notoria. "Fue el único que pidió que el voto fuera secreto cuando Alvariño salió elegido aunque no había otra candidatura", recuerdan desde Ourense, donde forma parte de la junta directiva de la patronal provincial.

"Pérez Canal arrancó como claro favorito, lo tenía todo para ganar, hasta que apareció la presión de A Coruña y las sectoriales", condenan fuentes internas de la CEG. No obstante desde la ciudad herculina mantienen que se ha dado libertad de voto y que no ha habido consignas para apoyar a Antonio Dieter. Este extremo lo desmienten desde las propias organizaciones sectoriales, algunas de las cuales sí reconocen que votarán al rival de Pérez Canal. Achacan a este último, presidente de la Confederación de Empresarios de Ourense y consejero delegado de Aceites Abril -esta compañía facturó más de cien millones de euros en 2014- que hubiese formado parte del equipo económico de Alvariño y que su número dos, Alejandro Cruz, fuera el contador de la CEG en la etapa anterior.

Por más que ambos candidatos hubiesen abanderado en público la "concordia", lo cierto es que las elecciones de hoy no impedirán que la institución de mayor rango del empresariado gallego continúe partida en dos. A Coruña tiene 40 votos aunque, inciden desde Vigo, debería tener los mismos que Pontevedra, con 32. "Cuando se actualizó el censo empresarial Fontenla dijo que había crecido el número de empresas de su provincia, pero Novoa [por Luis Novoa, expresidente de la patronal pontevedresa] no hizo lo mismo. Ahora tienen más poder", se lamentan desde la mayor ciudad de Galicia. Sus 40 electores, auguran los empresarios, apoyarán a Dieter, lo mismo que los autodenominados críticos de la patronal de Pontevedra (entre seis y catorce, según las fuentes). Pérez Canal contará con la mayoría de los vocales de Ourense -no todos, ya que esta organización también está fracturada- y la totalidad de los de Lugo, los principales adalides de su candidatura. "Es increíble que sigamos con las guerras norte y sur. Yo ni siquiera pienso ir, ya he delegado mi voto", se lamentaba ayer un empresario de Vigo.

Asamblea previa

Una hora antes de que comiences las votaciones para elegir nuevo presidente, a las 11 horas, la CEG acogerá una asamblea extraordinaria para aprobar un cambio de estatutos a propuesta de la junta de vicepresidentes. Se ratificará la posibilidad de presentar una moción de censura contra el presidente de la patronal de Galicia si se cuenta con el respaldo del 33% de la junta general (menos de 70 miembros). Esta modificación, dicen los empresarios, ha hecho desistir a algunos candidatos que meditaban con presidir la institución. "Si se juntan A Coruña y un par de sectoriales pueden tumbar al nuevo presidente en cualquier momento. Es una locura", lamentan las mismas fuentes. Así, la legislatura de Pérez Canal o Dieter Moure será, además de complicada a nivel económico -la CEG tiene un desfase anual en los gastos de 300.000 euros-, todo un reto institucional.