El centro de Vigo de PSA Peugeot Citroën ha solicitado 30 días de expediente de regulación de empleo (ERE) para 2014 al que podrían acogerse un máximo de 3.580 trabajadores (casi la mitad de la plantilla actual) para hacer frente a posibles imprevistos de producción en caso de ser insuficientes las medidas de flexibilidad. Los responsables de recursos humanos de la planta esgrimieron la delicada situación económica del grupo -que quema unos cien millones de euros en efectivo al mes- y los sacrificios salariales asumidos en Francia para no ofrecer ningún complemento económico a los afectados por el ERE. La mayoría de los sindicatos de la mesa negociadora coincidieron al reclamar una reducción del personal incluido en el ERE, así como el mantenimiento del complemento salarial, como este año.

Empresa y sindicatos tienen ahora quince días para tratar de alcanzar un acuerdo. La planta explica que se han retirado del ERE a los trabajadores con contrato eventual, a tiempo parcial y también a los jubilados parciales, una de las exigencias en los últimos años de las centrales. Del expediente que vence este 31 de diciembre, de 25 días para toda la plantilla, solo se han utilizado seis jornadas de ERE y en un máximo de 40 empleados, ya que el resto de días de inactividad han sido cubiertos con las medidas de flexibilidad del centro (bolsa de horas, días de adecuación de jornada, de convenio). Ante este hecho, y en vistas de las perspectivas de actividad para 2014 (cuando a priori se volverán a rebasar los 400.000 coches), las centrales aseguran que el número de trabajadores para los que se solicite el ERE debe ser muy inferior a 3.580.

El principal desacuerdo se presenta en la parte económica. PSA no quiere complementar el 70% de la base reguladora que ofrece un ERE estándar, pese a que en expediente actual y en el anterior llegó a mejorarlos hasta el 80% y 90%. La dirección de Balaídos afirma que el grupo atraviesa una delicada situación económica (en 2012 registró pérdidas récord de 5.000 millones) y que en Francia, la patria de PSA, acaban de asumir importantes ajustes en materia salarial para ser competitivos. Los sindicatos vigueses, en este punto, consideran que hay margen para bonificar los días de ERE ya que los trabajadores no tienen por qué asumir posibles desajustes en la producción y que no hay un cambio sustancial entre la situación de la planta este año y el próximo.

Ambas partes quedaron emplazadas a una nueva reunión el próximo miércoles para avanzar en la negociación, que finalizará el próximo 18 de diciembre. Por la parte sindical, la CIG ya avisó de que no está dispuesta a negociar el ERE en la recta final del año y sin tener claro el escenario de 2014. En la reunión de ayer se abordó también el calendario laboral del próximo año, en el que se reservan once días de adecuación de jornada, dos de los cuales ya serán consumidos los próximos 2 y 3 de enero. Las vacaciones de verano comenzarán antes, el 25 de julio, y la planta retomará la actividad en agosto el día 18.