La vista por la demanda por presunto despido improcedente de De Sousa -sin que este haya acudido al juicio- contra Pescanova ha arrancado esta mañana en la sala de lo Mercantil número 1 de Pontevedra. El expresidente de la multinacional gallega reclama a la firma un total de 663.199 euros como indemnización. La administración concursal de la empresa califica dicha cantidad como un "ataque claro" a la masa activa de la empresa.

Fuentes jurídicas indicaron que Sousa no pensaba acudir a la cita al considerarse "un mero trámite" a la espera de conocer si las instancias judiciales determinan que este proceso se encamine por la vía laboral o mercantil. Precisamente, el juzgado de lo Mercantil se declaró competente para asumir el caso.

Durante la celebración del juicio, la defensa del expresidente ha sotenido que Sousa compatibilizó una relación mercantil con otra laboral con la pesquera gallega, algo que ha negado la administracón concursal de Pescanova ya que considera que ésta era meramente mercantil.

Conciliación fracasada

En concreto, Fernández de Sousa y la pesquera viguesa, en la que ha trabajado desde 1977, celebraron un acto de conciliación en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) de Vigo, que terminó sin acuerdo y en el que el expresidente de Pescanova defendió su condición de trabajador de la compañía durante 37 años, como avanzó FARO en exclusiva.

Fernández de Sousa presentó su dimisión como presidente el pasado 17 de julio después de conocerse el informe forense realizado por KPMG para determinar la situación de la pesquera española, que revelaba que en los últimos ejercicios se diseñaron y ejecutaron prácticas contables para ocultar deuda.