El Celta deja su futuro inmediato en manos de Paco Herrera, con el que ha cerrado el acuerdo de renovación de su contrato por dos años, hasta junio de 2013. El club vigués deposita así toda su confianza en que el técnico barcelonés afincado en Badajoz no sólo logre el ascenso a Primera División sino que construya un proyecto deportivo sólido. Para ello, Herrera seguirá contando con todos sus colaboradores, encabezados por Angel Rodríguez y Fran Albert, segundo entrenador y preparador físico, respectivamente. La propuesta se extiende, además, al director deportivo, Miguel Torrecilla, al coordinador de la cantera, Toni Otero, y al jefe de los servicios médicos, Juan José García Cota. Con todos ellos, el club también se compromete, como mínimo, hasta el verano de 2013.

Con el anuncio de esta media docena de renovaciones, Carlos Mouriño salda en parte el compromiso de liderar el proyecto estable que anunció hace cuatro años al asumir la dirección del club. Desde entonces, ocho entrenadores han pasado por el banquillo céltico y sólo uno completó la temporada (Eusebio). Con el octavo, Herrera, parece que el equipo ha encontrado la estabilidad que tanto pregonaron sus dirigentes, que sólo han necesitado seis meses para convencerse de que el ex técnico del Villarreal B es la persona adecuada para conducir al Celta a la máxima categoría. Razones objetivas no le faltan: a una jornada de que concluya la primera vuelta del campeonato, el equipo vigués ocupa la segunda plaza en la clasificación, una de las dos que da derecho al ascenso directo.

Y los excelentes resultados deportivos son los que han animado al club a depositar toda la confianza en Herrera, que se convierte así en el primer entrenador al que Mouriño le renueva el contrato, que concluía el próximo junio.

Y para anunciar la buena nueva, el presidente no ahorró en escenografía: convocó en la tarde de ayer a la prensa en el museo de Balaídos, donde se presentó con el consejo de administración –faltó Carmen Avendaño– y los beneficiados de esta renovación. No pudo acudir García Cota por compromisos profesionales.

"Consideramos que es un día importante para el Celta porque este equipo en bloque ha decidido renovar por dos años su continuidad en el Celta", señaló Mouriño al referirse a Herrera y el resto de colaboradores. Y lo definió como un acto de "unidad y de confianza", antes de reconocer que al llegar al club quería desarrollar un proyecto a largo plazo pero "no se ha podido dar", lamentó. Con el que ahora suscribe, "a medio plazo", dijo, espera que también se pueda "consolidar este proyecto y darle, sobre todo, una gran proyección hacia el futuro".

Mouriño subrayó que eligió este momento de la temporada para renovar al técnico y al resto de colaboradores como prueba de optimismo: "Para decir que estamos muy ilusionados con lo que está haciendo el equipo y porque creemos que todo el grupo merecía la continuidad que queremos darle".

Agradeció el presidente que algunos de los involucrados en esta renovación firmasen sin mejorar las condiciones económicas. Y destacó que es el "primer paso: A partir de aquí comenzaremos a tratar las renovaciones de los jugadores y de las personas que quedan pendientes", como los fisioterapeutas y utilleros del primer equipo.

El dirigente resaltó asimismo que la renovación de Herrera fue un acuerdo unánime de todo el consejo de administración. "Creemos que puede ser el entrenador que puede darnos esa tranquilidad que no tuvimos hasta ahora, esa confianza, ese futuro en los dos años que hemos firmado. La afición se merece que digamos que, por fin, tenemos un proyecto tranquilo, de futuro que no estamos improvisando como otras veces", admitió Carlos Mouriño.