Dar una nueva imagen al centro, ese es el objetivo de los 144 alumnos y la veintena de profesores del CEIP Ribeira, en Porriño. Con el comienzo del curso se han puesto manos a la obra para transformar ellos mismos el colegio, pintarlo por dentro y por fuera, decorarlo, reorganizar las aulas, habilitando nuevos espacios hasta ahora inexistentes, como un salón de actos o una ludoteca, e incluso crear una huerta en el patio.

"Con la marcha de los estudiantes de secundaria al instituto se han quedado clases vacías, somos menos y para que no se note esa ausencia decidimos hacer un cambio fuerte", explica la directora Teresa Castro. Para ello, han puesto en marcha el proyecto "Somos científicos y artistas" que desarrollarán a lo largo de todo el curso. "Se trata de un trabajo en equipo en el que la cooperación entre los profesores y los alumnos es primordial, además formamos grupos de trabajo de grandes y pequeños con el objetivo de que todos participen", señala la profesora Marta Melón, coordinadora del proyecto, "así mientras uno de sexto realiza un recorte uno de infantil lo sujeta, todos colaboran". Las dos últimas horas de los viernes es cuando se juntan para llevar a cabo los talleres, que un mes son de arte y otro de ciencia.

Estuvieron preparando los materiales para decorar todas las escaleras del colegio. Han colocado en algunos peldaños la tabla de multiplicar y en otros poemas gallegos, "así a media que subes uno puede ir enunciando la tabla o leyendo versos". También han contemplado la designación de un nombre, de artista o científico, a cada aula, de manera que durante el curso el alumnado de esa clase trabaje sobre dicho personaje y todas las actividades que se realicen giren en torno a él, así por ejemplo en carnaval se disfrazarán de algo relacionado. Marie Curie, Graham Bell, Miró o Gaudí son algunos de los nombres elegidos para denominar a las 10 aulas (3 de Educación Infantil y 7 de Primaria).

En lo que respecta a la reorganización del espacio, han decidido habilitar un salón de actos, del que hasta ahora no disponían; un aula museo, que funcionará a modo de sala de exposición permanente y una ludoteca "para que los recreos sean dinámicos y puedan, por ejemplo, jugar al ajedrez o escuchar música, un espacio en el que el alumnado esté a gusto, de ahí que sea decorado por ellos mismos también".

Los padres también serán partícipes de la iniciativa, así mientras los escolares decoran con sus manos el interior de los muros del recinto, sus progenitores son los encargados de hacer lo mismo pero por la parte de afuera, en donde dibujarán la escena de un cuento. Además, también se pintarán en el suelo juegos tradicionales.

En la parte científica está previsto también que los más mayores preparen determinadas actividades y se las expongan a los más pequeños, la realización de experimentos y la creación de una huerta en el patio, para lo cual contarán, de nuevo, con la colaboración de los padres.

En esta línea, de renovación del centro, también han convocado un concurso para buscar una mascota identificativa y del cual salió "Ribedino", creado por Laura Alonso, alumna de 2º de Primaria.