Florinda Santos Pumar, una de las ocho personas centenarias de Tomiño, cumplió ayer 102 años, rodeada del cariño de su numerosa familia, en la que hay cinco hijos (dio a luz una más, ya fallecida), 13 nietos, 12 bisnietos y una tataranieta.

Aunque nació en Malvas (Tui), es vecina de Sobrada desde hace 25 años, cuando murió su marido Maximino Sampaio. Desde entonces vive con su hija menor, Olga, a la que ayuda a recordar los recados pendientes de hacer cada día, porque su memoria es impecable. Lee mucho, sin gafas, y está informada de lo que ocurre en el mundo. Este periódico y una revista del corazón son sus preferidos.

Le gusta hacer ganchillo y hasta hace poco daba grandes paseos. Ahora su cadera no se lo permite. Sus hijos, Olga, María, Carmen, Mercedes (en Suiza) y Victorino; su nieta Gloria, y toda la familia, le demostraron ayer lo felices que les hace con su presencia.