Una treintena de alumnos del IES de Ponteareas, popularmente conocido como "do Barral" por estar ubicado en este barrio ponteareano, rechazan cada lunes la comida del centro por estar elaborada cuatro días antes, según denuncian varios padres.
Los estudiantes deben comer cada lunes en el centro escolar por estar matriculados en Enseñanza Secundaria Obligatoria y ser residentes en Covelo, un ayuntamiento con parroquias lo suficientemente alejadas de Ponteareas como para que a estos estudiantes les dé tiempo a ir en autobús a sus casas a comer y regresar a tiempo para las clases de la tarde.
Por eso, el único día que tienen clases vespertinas comen en la cafetería del instituto y les sirven un menú que financia la Consellería de Educación y que consta de dos platos y un postre. Lo trae al centro educativo una empresa de catering radicada en Silleda que lo reparte el viernes por la mañana, y que, según aseguran los padres, ya ha sido cocinado el jueves, aunque no vaya a ser ingerido por los alumnos hasta el lunes a mediodía.
La empresa de catering, a cuyo responsable fue imposible localizar ayer por este periódico, está ubicada a algo más de 100 kilómetros de Ponteareas y optó por repartir los menús con varios días de antelación y conservarlos en cámaras frigoríficas en la cafetería del instituto.
El director del centro explica que su obligación para adjudicar el servicio de comedor era convocar a tres empresas pero pidió presupuesto hasta a seis. Sin embargo, solo la actual adjudicataria aceptó asumir el servicio. "Algunas ya ni contestaron y otras lo descartaron argumentando que por algo más de 4 euros cada menú no les resultaba rentable" explica el director del centro ponteareano que come cada lunes el mismo menú que se sirve a los alumnos.
El director asegura que casi ningún alumno prueba siquiera el primer plato que acostumbra a ser "de cuchara" y explica que "aunque es cierto que no es comida casera, no está mala, pero la gran mayoría de los alumnos opta por comprarse un bocadillo o una hamburguesa" señala, mientras que la comida que ha servido el catering, financiada por la Xunta con dinero público, se tira.
Tras las quejas de los padres por los días que lleva preparada la comida cuando se sirve, representantes del Anpa Luis Pardo contactaron con el director y éste les informó cómo se había hecho la adjudicación, así como la falta de interés de las empresas por asumir el servicio. Por eso, finalmente el Anpa ha optado por dejar el caso como está por este curso al existir un contrato firmado y busca una solución para el curso que viene. "Pegado al instituto está el colegio Nº3 y los menús de su comedor también los sirve un catering, así que hablaremos con el Anpa de ese centro para contactar con ese catering para que los lunes pueda traer treinta menús más y distribuir así comida cocinada más fresca también a los alumnos del instituto" señala el presidente del Anpa.
Mientras tanto, cada lunes, los estudiantes acuden a la cafetería pero en vez de usar el menú que le ofrecen sacan los bocadillos que han llevado de casa.
