Giráldez establece su jerarquía

El técnico celeste marca estilo con un modelo claro de juego y once tipo reconocible

Nueve jugadores han repetido titularidad en los tres primeros partidos

El eje de la línea de centrales, único puesto sin dueño

Claudio, junto a sus jugadores a la conclusión de un partido en Balaídos.

Claudio, junto a sus jugadores a la conclusión de un partido en Balaídos. / Ricardo Grobas

Tres partidos han bastado a Claudio Giráldez para dejar su impronta y establecer sus primeras jerarquías en el Celta con la plantilla más extensa de los últimos tiempos. El preparador louriñés ha utilizado el 3-4-3 como dibujo de cabecera y ha conformado un once tipo definido con un modelo de juego perfectamente identificable que parte de la premisa de ser protagonista en campo contrario a través de la tenencia del balón.

Los resultados han sido dispares (una victoria, un empate y una derrota con un promedio de 1,3 puntos por choque), pero la imagen ha sido buena y el juego del equipo, pese a los errores cometidos, ha convencido tanto a los aficionados como a los propios futbolistas, que se sienten más cómodos con la propuesta de Giráldez que con el encorsetado modelo de Benítez.

Pero como el madrileño, el louriñés ha establecido jerarquías atendiendo a razones técnicas, tácticas, las características del rival y el conocimiento del sistema de juego. Giráldez no ha repetido once. El equipo de partida, sin embargo, apenas ha variado. Con ligeras modificaciones tácticas nueve futbolistas han iniciado todos los partidos. Ocho de los puestos se han repetido, uno ha bailado y otro carece de dueño.

La única plaza que el técnico porriñés no ha adjudicado de modo claro es la del eje de la línea de tres centrales. Unai, frente al Sevilla; Starfelt, contra el Rayo; y Jailson ante el Betis se han alternado de partida en una posición que también han ocupado entrando desde el banquillo el brasileño y Renato Tapia.

Desde el punto de vista individual, la mayor novedad que presenta el Celta de Giráldez es la titularidad de Hugo Álvarez, un joven futbolista que ha compensado su falta de experiencia con un versatilidad y talento. El técnico ha empleado al ourensano en ambos carriles (en el izquierdo contra Betis y Sevilla y en el derecho contra el Rayo), pero de forma ocasional también como extremo izquierdo en sustitución de Bamba. Manu Sánchez ha sido la elección de partida para el carril izquierdo cuando Hugo Álvarez ha jugado en el derecho, mientras que Franco Cervi ha sido un recurso de banquillo para los minutos finales en un par de partidos.

Nueve futbolistas han repetido de partida todos los encuentros: Guaita; Mingueza, Carlos Domínguez, Hugo Alvarez, Beltrán, Hugo Sotelo, Aspas, Larsen y Bamba, mientras que Javier Manquillo ha iniciado dos de los tres (contra el Sevilla y el Betis) y Manu Sánchez fue la elección para el costado izquierdo contra el Rayo. Solo cuatro futbolistas han disputado todos los minutos: Guaita, Mingueza, Beltrán y Iago Aspas.

Otros cuatro jugadores no han disputado en cambio un solo minuto: Iván Villar, Kevin Vázquez, Miguel Rodríguez y Williot Swedberg, si bien el atacante sueco solo ha estado disponible para el choque del Benito Villamarín. Giráldez ha dado, en todo caso, minutos a 20 de los 24 futbolistas que ha tenido a su disposición. Tampoco han jugado, en este caso por encontrarse lesionados, Joseph Aidoo, Mihailo Ristic, Carlos Dotor y Luca de la Torre. Tanto el estadounidense como el canterano del Real Madrid contaban en el alta médica para el último partido, pero Giráldez prefirió no convocarlos por precaución. Queda por ver qué incidencia tiene el regreso de ambos en una posición, la de mediocentro, especialmente saturada de efectivos.

Foto: Marta G. Brea

A diferencia de Rafa Benítez, que rara vez agotaba los cambios, Giráldez no se ha dejado nada en el armero a la hora de mover el banquillo. El louriñés ha apurado los cinco cambios en los tres partidos con diferentes soluciones. Las modificaciones han afectado a todas las líneas del equipo, salvo a la portería.

Uno de los revulsivos fijos del louriñés ha sido Carles Pérez, autor del primer gol en Sevilla, a quien el sucesor de Benítez ha rescatado del ostracismo para afilar el carril derecho. Otra de las novedades ha sido Damián, un chico con ficha del filial que el pasado curso jugaba en el Gran Peña, al que ha empleado para dar refresco al eje de la medular. Tapia y Jailson también han entrado desde el banquillo para jugar en diferentes posiciones, mientras que Starfelt y Unai, que para Benítez eran poco menos que imprescindibles, lo han hecho para dar descansos o suplir a compañeros con problemas físicos.

Llama la atención el escaso protagonismo que también está teniendo con Giráldez Tasos Douvikas, delantero con una excelente relación entre goles y tiempo de juego que ha apenas ha estado sobre el verde un puñado de minutos. Incluso Allende, que no había jugado hasta el último partido contra el Betis, supera ahora en protagonismo al ariete griego.

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