JJ Chicolino proyecta un centro para tratar 2.000 toneladas de residuos de redes al año

El espacio servirá para almacenar y entregar los desechos a gestores autorizados, reutilizarlos y venderlos

Proporcionará “formación continua” a sus trabajadores

Desmantelamiento de redes de pesca usadas en JJ Chicolino

Desmantelamiento de redes de pesca usadas en JJ Chicolino / FDV

El auge del mejillón llevó a Juan José Fajardo a fundar en 1980 la firma JJ Chicolino (Boiro). Nació en una casa familiar, donde comenzó a tejer sus primeras cuerdas de batea, y con el paso de los años fue creciendo hasta erigirse en un referente tecnológico e innovador. A comienzos del siglo XIX, de hecho, iniciaba su expansión internacional al ritmo que la acuicultura aceleraba su crecimiento, como consecuencia de la gran demanda de productos del mar. Hoy en día ya se ha abierto paso en países europeos como Portugal, Francia, Reino Unido, Alemania… Pero también ha dado el salto a otros mercados tan remotos como Canadá, Estados Unidos, Islas Malvinas, Sudáfrica o Corea del Sur.

Con más de 40 años a sus espaldas, la firma encadena décadas enfocándose en fomentar la recuperación y el reciclaje de redes, que convierte en soluciones para el sector pesquero y el acuícola. Siguiendo esta línea, acaba de remitir a la Xunta la memoria de un centro gestor de residuos que pretende implantar en sus actuales instalaciones en Boiro. Se trata de un espacio dedicado al almacenamiento y clasificación de residuos no peligrosos –principalmente redes fabricadas con materiales plásticos procedentes de las actividades de la pesca– para su entrega a gestores autorizados, su reutilización en la fabricación de nuevos productos –cuerdas destinadas a producir nuevas redes– o su venta directa –enteras o por tramos o partes en buen estado–.

“El proceso que se seguirá en el centro gestor de residuos no peligrosos se encuentra clasificado dentro de las actividades de valorización, puesto que se realizará el tratamiento de los residuos de forma que permitirá, por un lado, el correcto tratamiento de las distintas tipologías de residuos que lo componen, y por otro, el reciclaje de algunos materiales”, dice la compañía.

Según sus estimaciones, se prevé tratar una media de 2.000 toneladas de redes y otros aparejos de pesca al año, pudiendo llegar a duplicarse en el caso de que se alcance su capacidad máxima. “Al no haber procesos de trabajo con máquinas que realicen un proceso operativo, el cuello de botella del centro pasa a ser el espacio disponible, ya sea para el almacenamiento como para la clasificación”, explica la empresa. En todo caso, el flujo vendrá definido por la superficie asignada en el centro para cada tipo de actividad y para cada tipo de residuo. Y los residuos no peligrosos que se sitúen sobre la solera de hormigón podrán permanecer en el centro de tratamiento un máximo de dos años.

La actuación a realizar

Para el desarrollo de la nueva actividad “será necesario ejecutar la obra de instalación de recogida, canalización y depuración de aguas pluviales de la parcela”, recoge el documento remitido a la Consellería de Medio Ambiente. Las instalaciones contarán con un sistema de recogida y tratamiento de las aguas pluviales de la parcela, mediante un sistema de canales de recogida, sumideros, arquetas de paso y un separador de hidrocarburos. Para la correcta gestión de los residuos y conocimiento de las normas de seguridad y de respeto al medio ambiente –a fin de evitar en la medida de lo posible cualquier tipo de accidente, bien sea de tipo laboral o medioambiental–, se proporcionará una “formación continua” a los trabajadores del centro.

El centro

  1. Un sistema para filtrar el agua

    Las instalaciones tendrán un sistema de recogida y tratamiento de las aguas pluviales de la parcela.

  2. Capacidad máxima, hasta el doble

    JJ Chicolino prevé tratar 2.000 toneladas de redes al año, pero su capacidad máxima asciende a 4.000.

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